Menuda polémica se desató en el partido Atlas vs. América, cuando al minuto 45 Diego Valdés bajó un centro con el pecho, el balón le pegó accidentalmente en la mano, lo que colaboró a que pudiera controlarlo, para que un compañero rematara a puerta; sin embargo el defensor del Atlas Anderson Santa María impidió que su meta fuera batida metiendo de manera deliberada la mano, lo que le valió que el silbante en turno el “Cantante” Fernando Guerrero , no solamente le mostrara la tarjeta roja; sino que, sancionara la pena máxima en contra de los rojinegros, lo que significó el segundo gol de los de Coapa y los encaminó hacia la victoria.

Dicha acción fue prolífica para el comentario y puso en evidencia varias situaciones lamentables, empezando por el desconocimiento de la regla de juego por parte de: narradores, analistas, periodistas, futbolistas directivos, técnicos y público en general.

La regla de juego ha estado, recientemente, sujeta a un sinnúmero de modificaciones. Se han hecho más cambios a la regla en los últimos cinco años que en los cien anteriores; de cualquier forma, eso no exime a los “especialistas” de la obligatoriedad de actualizarse.

Parafraseando a la Chimoltrufia: “como les digo una cosa; les digo la otra”. Si bien es cierto que han existido múltiples modificaciones, un hecho incontrovertible es que las manos “no intencionales” (aunque polémicas) han existido desde el principio de los tiempos; de modo que, no nos podemos llamar sorprendidos de que exista un contacto del balón con la mano que (en opinión del árbitro) no merezca ser sancionado.

La gran confusión se generó cuando en una época se habló de que “todas las manos en ataque serán sancionadas”. A partir de Julio del 2021, la FIFA determinó que, en el caso de la consecución de un gol, si se presentaba una mano accidental, solamente sería sancionada si el “infractor” anotaba el gol directamente. En el caso que nos ocupa Diego Valdés, aunque tocó el balón (accidentalmente) con la mano, no disparó a puerta; sino cedió un pase, por lo tanto, su acción no es punible.

Se considera que la mano es accidental cuando la lleva en una posición natural. Si la lleva por encima del hombro o demasiado abierta, ya no se considera accidental, porque está agrandando su cuerpo cubriendo más espacio que el normal. Igual si realiza un movimiento adicional la mano deja de ser accidental y se convierte en sancionable.

Esto me lleva a concluir que, por el simple hecho de haber visto futbol toda su vida, muchos … se sienten expertos en reglas de juego.