La posibilidad de cortar una sequía de 28 años sin llegar al Super Bowl está más latente que nunca.
En 1996 fue la última ocasión que los Dallas Cowboys se plantaron en el juego por el campeonato de la NFL. En esa edición del Super Bowl XXX derrotaron (27-17) a los Pittsburgh Steelers para alzar el quinto Vince Lombardi de su historia.

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Desde entonces, han fracasado una y otra vez en su intención por recuperar el trono de la liga estadounidense de futbol americano.

Durante el Siglo XXI han pasado grandes figuras como Tony Romo, Ezekiel Elliott, Terrell Owens, Jason Witten, DeMarco Murray, DeMarcus Ware y Sean Lee, todas ellas se quedaron cortos en su intento por regresarle la gloria al conjunto de la ‘estrella solitaria’.

Si bien completaron otra fase regular dominante, como campeones de la división Este de la Conferencia Nacional con récord de 12 triunfos y cinco derrotas, la cuenta pendiente está clara que pasa por los playoffs.

Ganar en condición de visitantes se ha convertido en una “misión imposible” para los Cowboys, y para un Dak Prescott que ha sido incapaz de encadenar victorias. Prescott ha disputado cuatro juegos de playoffs en su carrera, de los cuales perdió tres y ganó solamente uno.

Como head coach tiene a Mike McCarthy, quien ya sabe lo que es ganar un título de Super Bowl, aunque lo hizo en el ya lejano 2011 con los Green Bay Packers.

La ventaja para Dallas, Prescott y sus fantasmas, es que al menos se aseguraron jugar en casa, en el AT&T Stadium, sus dos primeros compromisos de postemporada, y la única posibilidad que tienen de salir sería en una hipotética final de Conferencia contra los 49ers de San Francisco.

De acuerdo a las Casas de Apuesta, los Cowboys son el cuarto favorito a ganar el título con un momio de +750, es decir que, por cada 100 pesos apostados a su coronación, se pagan $850. También son amplios favoritos para su compromiso de la ronda de comodines, donde recibirán a los Green Bay Packers.

Las sensaciones son positivas en la franquicia propiedad del polémico Jerry Jones. Dallas cuenta con la mejor ofensiva de toda la NFL, al promediar 29.9 puntos por encuentro. También se destacan del otro lado del emparrillado, con la quinta mejor defensiva al apenas conceder 18.5 puntos por juego.

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Si la ‘estrella solitaria’ quiere volver a brillar en un Super Bowl, esta es su oportunidad de oro.

SUS NÚMEROS EN LA TEMPORADA

• Juegos: 17
• Marca: 12-5
• Ofensiva: 1 (29.9 puntos)
• Defensiva: 5 (18.5 puntos)
• Yardas aéreas: 3 (258)
• Yardas por tierra: 14 (112)
• Yardas recibidas por pase: 5 (187)
• Yardas permitidas por tierra: 16 (112)