Cuando parecía que la temporada de Cleveland se vendría abajo ante las lesiones de sus principales jugadores, Kevin Stefanski encontró la clave, el equipo aprendió a vivir sin los explosivos acarreos de Nick Chubb y mucho menos extraña a Deshaun Watson, el quarterback que en el papel había llegado para sacarlos del abismo. Héroes, en teoría anónimos, como el veterano Joe Flacco, Jerome Ford y David Njoku, además de una defensa de élite, han potenciado a los Browns, quien aseguró su lugar en los playoff al derrotar 37-20 a unos desahuciados Jets.

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A sus 38 años, el mariscal de campo Joe Flacco ha encontrado un segundo aire. Aunque sus tiempos gloriosos en los Ravens han quedado demasiado lejos, apoyado en su experiencia, el quarterback le ha dado sentido a la talentosa ofensiva de los Browns. Ante los Jets, ligó su cuarto partido en fila con más de 300 yardas, algo que no logró incluso cuando comandaba el ataque de Baltimore.

Flacco volvió a ser ese mariscal de campo certero, al finalizar el encuentro con un total de 309 yardas, tres pases de touchdown y una intercepción. Números suficientes para sentar el terreno de una victoria cómoda. La cuarta en fila para Cleveland.

A pesar de que el quarterback no pudo contar con su receptor estelar Amari Cooper, lesionado en el calentamiento, los Browns demostraron su talento para encontrar soluciones, esta vez fue el ala cerrada David Njoku quien firmó uno de esos partidos dominantes, al sumar un total de 128 yardas. La férrea defensiva de los Jets no encontró respuesta ante el poderío físico de Njoku.

LOS JETS JAMÁS ENCONTRARON LA FORMA DE PARAR A LOS BROWNS

Tampoco lograron detener a los Browns en las trincheras. Cleveland logró mover las cadenas con soltura y encima se vio letal en sus viajes al terreno enemigo, con el corredor Jerome Ford convertido en su caballo de batalla. El elusivo jugador superó las 100 yardas desde la línea de golpeo y facturó en dos ocasiones, a pase de Flacco. Kareem Hunt y Elijah Moore también se sumaron a la fiesta de puntos.

Los Browns volvieron a dejar una actuación dominante en defensa, al devolver una intercepción a Trevor Siemian a la zona de anotación. El mariscal de campo se vio constantemente presionado por la férrea frontal de Cleveland, comandada por Myles Garrett, quien registró una captura.

A pesar de que el equipo de Nueva York buscó reaccionar con el touchdown de Breece Hall y un pick six de su defensiva, el esfuerzo no fue suficiente para evitar la catástrofe y quedar oficialmente eliminados, en una temporada que comenzó con el sueño de tener a Aaron Rodgers y terminó en pesadilla.

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