17, octubre 2023 - 8:32
Pequeñas catrinas dejaron maravillados a pilotos de la Carrera Panamericana. FOTO: Arturo Méndez | ESTO
Guanajuato, Gto.- El Bajío no deja de sorprender a los pilotos de la Carrera Panamericana. Las curvas de sus carreteras, los bellos paisajes y la corriente de aire que los favoreció en su arribo a Guanajuato no fue suficiente para alegrar aún más su corta estancia. Y es que en la Hacienda San Matías los cautivó con la cena tan peculiar que presentaron después de la ceremonia en el arco de meta.
Unas pequeñas catrinas de unos 30 centímetros de altura llegaron a las mesas con la entrada de la cena. Las peculiares figuras hechas con papel maché trajeron en sus manos la especialidad de la casa. Un taco de chile pasilla relleno de conejo adobado con puré de aguacate.
Justo en el momento en el que los meseros salieron de la cocina al jardín con las catrinas los celulares brotaron para preparar las cámaras y tomar una postal de las mismas. Pilotos de todas las nacionalidades participantes se mostraron sorprendidos y alegres por esta curiosa forma de cenar en su despedida de la ciudad.
Don Yount, piloto originario de la ciudad de Texas fue de los que más disfrutó del espectáculo. Amenizados por música de la rondalla de Guanajuato, qué pasó mesa por mesa tocando una melodía típica de la ciudad originaria de los comensales, todos se dedicaron a tomarse fotos con las carismáticas catrinas.
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El taco fue lo de menos en las mesas, ya que la atención se dirigió a la presentación de los mismos. Inclusive se escuchó varias veces la frase “¿me la puedo llevar?”, a lo cual los meseros sólo reían al negar la petición de los invitados.
Sin duda alguna este detalle que sacó sonrisas por un par de minutos a los pilotos valió la pena para recordar la corta estancia. Guanajuato dejó huella en los competidores, en mecánicos y organizadores.