Huichapan, Ver.- A lo largo de 36 años de historia, la Carrera Panamericana ha atravesado diversas carreteras de nuestros país, visitando varias localidades alejadas de las grandes urbes que cuentan con todo el entretenimiento a su alcance. Esto con el objetivo de acercar el automovilismo de primer nivel a los pobladores, y por si fuera poco de manera gratuita. Prueba de ello es el impacto social que generó en la localidad de Huichapan, una de las más pobladas en el municipio de Apazapan en el estado de Veracruz en la Etapa 0, la Clasificación.

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Ubicado a 509 metros sobre el nivel del mar y con apeas 931 habitantes, el pequeño pueblo pasa el recorrer de sus días sin novedad alguna. Los niños no conocen otra rutina más que la de el estudio, una pequeña plaza y una cancha de basquetbol con porterías para los que gustan del balompié es su única vía de distracción.

Por ello, la presencia de los vehículos de la Carrera Panamericana son motivo para el brillo en sus ojos, al menos por un día. La jornada estudiantil puso pausa a las clases, los libros y pupitres fueron puestos en segundo plano y las aulas quedaron vacías. Orquestados por sus profesores, los niños y jóvenes de primaria y secundaria tuvieron un receso diferente, más largo de lo común.

“Estamos muy alejados de ciertos centros turísticos. Es una atracción que viene año con año uno motiva a sacarlos laque observen y conozcan más de lo que hay afuera. Son vehículos que pocos o nadie conoce, ellos sólo con verlos se emocionan mucho. Además de que no haya mucha diversión en la localidad, entonces a muchos les cuesta salir. Es un momento de esparcimiento, obviamente vinculado con las actividades educativas”, comentó a ESTO el director de la Telesecundaria de Hiuchapan, Martín Solis.

“Significa conocer otros vehículos, pero no sólo eso, también de qué lugares vienen, eso y ciertas figuras del medio artístico. Ellos no tienen oportunidad de conocer en otro momento más que a través de la televisión, entonces mínimo aquí los ven cerca”, agregó.

Congregados frente a su colegio, todos uniformados y al filo de la banqueta, los pequeños complementaron a los jóvenes y adultos que ya se encontraban sobre la avenida principal de la localidad. Con sillas, bancos, un huacal o lo que tuvieran a la mano se sentaron a esperar pacientemente el colorido desfile de los motores y pilotos.

Algunos simplemente abrieron sus puertas y salieron en el momento justo para admirar el gran espectáculo de arrancones. Al ver los gritos y aplausos de los infantes, los pilotos pasaban con lentitud frente a ellos para enviar un saludo o un pulgar arriba. Posteriormente aceleraban su motor y mostraron la potencia del mismo, las acciones fueron correspondidas con rostros de asombro y sonrisas.

Yuriana Acosta, otra educadora que salió a las calles con su grupo, no pudo evitar mostrar su emoción por la felicidad de sus pequeños. Incluso, días antes los motivó a realizar detalles en papel para los pilotos con sus propias manos.

“Es una emoción que se da gracias a la oportunidad de turismo que ha decidido traer los coches aquí. Ellos lo vivieron el año pasado pero creo que este año va a ser diferente, más significativo. Ellos están expensas la emoción que ellos sienten con estos dibujos. Sabemos que no estaba programado este año que volvieran a regresar, pero nos da mucho gusto. Nos sentimos muy orgullosos de que vuelvan a estar en nuestro municipio compartiendo la experiencia con nuestros niños”, expresó al Diarios de los Deportistas.

Por unos instantes los autos se detuvieron para afinar detalles antes del inicio de la largada, uno a uno los pilotos bajaron de los vehículos para abrocharse trajes, colocarse cascos y no tardaron en ser rodeados por los niños de la profesora Yuriana para buscar un autógrafo y otros para regalar los dibujos como muestra de admiración.

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“Ellos identifican, mencionan pilotos, colocares, cantidades, costos. Es muy interesante venir y tener contacto con cada uno de los autos y los pilotos que tienen a bien cruzar conversaciones con ellos. Espero que en alguno de ellos nazca el interés de algún día ser piloto. Me dicen ‘yo quiero ir en ese carro, yo quiero ir en este’ y yo les digo que un sueño se puede cumplir si luchas”.

Conmovidos por el acto, muchos pilotos agradecieron con abrazos, ser una figura de admiración para un joven sin haberlo visto nunca antes, sólo por ser un conductor de rally que por un momento lleva felicidad a sus hogares, es la mejor satisfacción de su trayecto.