Un arranque de temporada vertiginoso ha convertido al corredor Christian McCaffrey en uno de los candidatos naturales al MVP. En apenas cuatro semanas lidera la NFL en yardas por tierra con un total de 459, también lo hace en touchdowns, con seis. Si se suma a su amenaza por aire, las yardas desde la línea de scrimmage suben a 600 y son siete las veces que ha entrado a la zona prometida.

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Los impactantes números colocan su nombre en la conversación del jugador más valioso, algo parecido a una utopía, si se considera que ha pasado más de una década desde que un corredor ganó el galardón, normalmente reservado para los quarterbacks, por la influencia que tienen en el juego. Lo cierto es que McCaffrey cumple con ese cometido de ser la pieza más determinante dentro de la compleja ofensiva gambusina. La pieza que faltaba y que hasta el momento ha convertido a los 49ers en un equipo prácticamente invencible.

A pesar de que su llegada al equipo estuvo plagada de críticas, por el riesgo que suponía llevar a un jugador con un cargado historial de lesiones, en las oficinas de San Francisco jamás dudaron que se trataba de un jugador diferencial. Por eso cuando vieron la oportunidad de llevarlo a sus filas apostaron fuerte por él. Los 49ers ofrecieron a los Panthers una oferta irrechazable que incluía una segunda, una tercera y una cuarta ronda del Draft del 2023, además de una cuarta selección del 2024. Los gambusinos recibían a un corredor de probada capacidad, pero que en tres temporadas se había perdido 23 partidos por problemas físicos.

CHRISTIAN MCCAFREEY HA DESTROZADO LA NFL

El impacto de Christian McCaffrey fue inmediato. El corredor debutó con San Francisco en la semana 7 de la campaña 2022 y a pesar de que los 49ers cayeron ante los Chiefs, aquella sería la última derrota del equipo en campaña regular, lo que vino después ha sido un dominio absoluto donde se han combinado diversos factores, pero en todos, McCaffrey resulta un pilar.

En 15 partidos con los gambusinos, el corredor acumula un total de 1810 yardas desde la línea de golpeo y 17 touchdowns. Con las cuatro anotaciones que firmó en la victoria sobre los Cardinals, McCaffrey rompió un récord que le pertenecía nada más y nada menos que al mítico Jerry Rice, con una seguidilla de 13 partidos en fila con al menos un touchdown, si se incluyen los playoffs.

En esos 13 enfrentamientos, los 49ers tienen una marca de 12-1; es decir, la única derrota es la que tuvieron en la Final de Conferencia ante los Eagles, en aquel partido marcado por la derrota de Brock Purdy en las primeras jugadas. El corredor hizo lo que pudo durante el encuentro, incluso anotó, pero no fue suficiente.

El brillo de McCaffrey con los gambusinos ha ayudado a una ofensiva diseñada principalmente para eso, para correr con ovoide y mover las cadenas con pases cortos y rápidos. Su estilo de juego se adapta a la perfección a lo que pide Kyle Shanahan, de ahí el dominio abrumador.

De seguir con este ritmo, McCaffrey sería un serio candidato para ganar el MVP. La última vez que un corredor se llevó el galardón fue en el 2012, con Adrian Peterson. En aquella campaña, el corredor de los Vikings brilló con 2,314 yardas totales y 13 touchdowns.

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