El ambiente fue completamente de color rojo. El azulcrema apenas apareció en territorio mexiquense. Esta vez no hubo espacio para Las Águilas. La afición de los Diablos Rojos del Toluca hizo suyo el estadio Nemesio Diez y demostró que su afición puede pintar su recinto con los colores de casa, el América quedó de lado, así fue demostrado.

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La fiesta escarlata comenzó un par de horas antes al comienzo del partido entre Toluca y América. Los seguidores locales organizaron una enorme caravana. La cita fue a las nueve de la mañana en el Parque de la Merced, aproximadamente a kilómetro y medio del inmueble. Desde ese punto, la afición caminó por espacio de media hora rumbo a su conocido territorio, el cual fue un verdadero Infierno, tal y como siempre ha sido llamado.

Cerca de 700 aficionados, aproximadamente, formaron parte de la caravana pintada en color rojo, con algunos toques en blanco. Tal y como dicta la tradición. Entre cánticos que retumbaron por toda la avenida, con trompetas y tambores para poner el ambiente, papel picado, rollos de sumadora, banderas, telones, globos y hasta bombas de humo, fue como todo pudo pintarse con los colores característicos del equipo local.

Todos las personas que formaron parte del recorrido pararon en una calle con la intención de esperar el camión que llevaba a los jugadores rumbo al estadio. “Vamos Toluca, vamos Toluca”, fue como recibieron a los suyos. El apoyo fue inmenso, incondicional y lleno de pasión escarlata.

Incluso algunos demonios aparecieron con la intención de causar miedo a todo aquel aficionado Águila que apareciera perdido entre el mar rojo.

LA AFICIÓN DEL TOLUCA MOSTRÓ EL CLÁSICO TIFO

Eso no fue todo. La afición de Toluca tenía otra sorpresa preparada. Previo al inicio del juego y antes del silbatazo inicial, apareció el acostumbrado tifo, es decir una manta enorme desplegada en las gradas del inmueble, donde se coloca la famosa Perra Brava o la Banda del Rojo.

“Somos tu Infierno”, junto a un Diablo, fue como comenzó todo, con el firme recordatorio local de que en los últimos años, América no puede en el Estado de México.

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