San Nicolás de los Garza, Nuevo León.– El Clásico Regio es especial en todo rubro. Los aficionados alientan más de lo común, las calles de Monterrey son casi intransitables y los únicos colores que se distinguen en los ciudadanos son el amarillo, y el blanquiazul. Sin embargo, todavía hay un tema pendiente y esa es concretar la sensación de seguridad en el Estadio Universitario.

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Y es qué hay un historial de trifulcas que se intenta justificar por la pasión del partido más importante del norte, que ha provocado que muchos se lo piensen dos veces antes de visitar la casa de los felinos. Por supuesto, esto aumenta cuando se trata de los Rayados.

“Por lo regular está tranquilo, pero no faltan uno o dos que te la pasan molestando o te dicen de cosas, pero bueno, es lo que hay”, comentó Felipe de 35 años a ESTO minutos antes de disfrutar del Clásico Regio.

Integrantes de la Policia Municipal y Estatal crean controles de seguridad en hasta tres calles a la redonda del inmueble, y la sensación de seguridad es bastante, hasta que algunos, como aficionados de equipos rivales, se encuentran con un mar de playeras amarillas donde con cierto temor espejean a todos lados para prevenir cualquier circunstancia.

“Me gusta mucho venir, me gusta mucho el ambiente, pero a veces sí me la pienso. Soy Rayado y no puedes andar si precaución”, dijo Eduardo de 26 años acompañado de su esposa y su hija de 3 años, también aficionados a la Pandilla.

Por otro lado, los fanáticos de Tigres señalan que la situación es totalmente al revés, que la mayoría de los problemas suceden en el BBVA de sus vecinos.

“En el de Rayados arrancan sillas, golpean a los paramédicos, a nosotros cuando vamos. Sí, tienen tal vez el mejor estadio de México. Pero la gente no respeta y eso no pasa aquí”, dijo Edgardo, aficionado de Tigres de 43 años.

LA FIESTA REGIA NO TIENE COMPARACIÓN

SI no se tiene en cuenta el tema la seguridad, el Clásico Regio simplemente no tiene comparación. No ay nada que se le asemeje en todo el país.

Miles de fanáticos disfrutan de las dinámicas a las afueras del inmueble como tiros a gol, dominadas, clásico tacos de asada y por supuesto, cerveza por todos lados.

Pero la fiesta explota en su totalidad cuando llegan los Libres y Lokos. En un momento dado, un murmullo comienza a escucharse a la lejanía. Poco a poco incrementa el volumen junto con los tambores, las trompetas y las decenas de pisadas que hacen vibraciones en el asfalto.

Sin darse cuenta, muchos fanáticos casuales tenían a metros de distancia una caraba a amarilla, con bengalas rojas y banderas enormes. Aquellos que hacían el espectáculo cantaban una versión tropicalizado para los felinos de “Muchachos”. Aquella canción de la Mosca Tse Tse que se hizo famosa por ser el himno de la Selección de Argentina en Qatar 2022. Misma con la que Lionel Messi levantó en tan esperado título.

La llegada de la barra marca el inicio de la cuenta regresiva. Una vez dentro, los demás aficionados comienzan a tomar sus lugares en ellas butacas y se preparan para la fiesta que, por mucho que aleguen América, Cruz Azul, Pumas, Chivas o cualquier otro equipo del país, ya quisieran tener cada 15 días.

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