Storm Hunter vive un romance con Guadalajara. La australiana se coronó hace un año en los dobles junto a Luisa Stefani y este año repitió la dosis cepero ahora con Elise Mertens, ante un estadio que aplaudió todas las bolas de las campeonas.

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“Es una sensación increíble llegar a otra final, y luego ganarla con Elise, estoy en la luna. Tuvimos una semana realmente genial aquí. Jugamos muy bien toda la semana. También nos divertimos mucho. Los fanáticos aquí son increíbles. Sinceramente, este evento es muy divertido. El año pasado me divertí mucho, así que definitivamente quería volver”, dijo Hunter luego de recibir el trofeo de campeonas.

Sanders y Mertens llegaron como las primeras sembradas y cumplieron el pronóstico, pues paso a paso se fueron consolidando y en el partido definitivo fueron contundentes ante las campeonas del US Open Gabriela Dabrowski y Erin Routliffe.

En una hora con 24 minutos, la dupla de la australiana y la belga consiguió el 66% de efectividad en su primer servicio y quebraron en tres de seis oportunidades el servicio de sus rivales, lo que las llevó a cosechar el 3-6, 6-2 y 10-4 que las convirtió en campeonas del Guadalajara Open.

Y aunque el título sin duda es la mejor forma de terminar la semana, para Hunter y Mertens el mejor recuerdo que se pueden llevar es el de la afición, pues aunque en los dobles no es común ver estadios llenos, la afición de Guadalajara les respondió todo el tiempo e hizo que se sintieran en casa.

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“¿El mejor recuerdo de esta semana? Definitivamente el público. Hubo mucha gente que hoy realmente estuvo contenta y durante toda la semana. Realmente sentimos que Guadalajara está viva para el tenis. Eso nos hace sentir muy bien, porque no siempre tenemos eso. Es sorprendente que ayer se agotaran las entradas en el estadio. Hoy todo el mundo estaba aplaudiendo, realmente les gustaba el tenis”, cerró Mertens.