Fue un regreso por todo alto del Arsenal a la Champions League. Como si el tiempo no hubiera pasado, el conjunto londinense se sintió cómodo en la competición y con una contundente goleada, 4-0 sobre el PSV, demostró que no va de paseo, que su vuelta va en serio.

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No parecía el equipo neerlandés una de esas víctimas perfectas. De paso demoledor en la Eredivisie, el conjunto dirigido por Peter Bosz saltó a la mojada grama del Emirates con la ilusión de poner en predicamentos el plan de Mikel Arteta, pero hay noches en las que no sale nada y muy pronto los granjeros tuvieron el partido cuesta arriba.

Fue un arranque demoledor el del Arsenal. De esos que derivan en goles tempraneros. Apenas a los 8 minutos, un inoportuno rebote por parte de Ramalho dejó el balón a merced de Bukayo Saka. El extremo inglés la mandó a guardar para abrir la cuenta.

Así como la lluvia que cayó en Londres, el ataque del Arsenal fue constante al PSV. No tardó mucho en llegar el segundo, en una definición exquisita por parte de Leandro Trossard. El futbolista belga remató desde la frontal del área para poner el balón pegado al palo, imposible ante la estirada del arquero.

Estaban lanzados, los Gunners, como cañones. Con el partido encaminado, los de Arteta se dieron vuelo para marcar el tercero pasada la media hora a través de Gabriel Jesús. El brasileño se había perdido poco antes una clara pero después no falló, con un disparo cruzado.

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Sin vértigo en el ataque, el PSV buscó cambios en el complemento. El estratega Peter Bosz tardó algo de tiempo en darle entrada a Hirving Lozano. El mexicano ingresó al 66, pero le costó entrar en ritmo. Por si fuera poco, el Arsenal liquidó la goleada al 70, con un gran gol de Odegaard. No dio tregua el cuadro inglés, fiel a su esencia, y en dominio de las acciones se terminó el tiempo restante. Un golpe de autoridad en un grupo que pronto se puso a su merced, tras el empate entre el Sevilla y el Lens.