Cuando Hugo Sánchez regresó al futbol mexicano con el América, ambas partes acordaron una cláusula en el contrato sobre poder regresar a Europa si algún equipo mostraba interés en él. Dicho y hecho, lo hizo efectivo cuando sintió que los directivos de las Águilas querían ‘adueñarse de su imagen’.

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En palabras del propio Pentapichichi, en Coapa tendieron la trampa de que el dinero que ganaba lo querían absorber para vender publicidad de cara al Mundial de 1994, mientras que a él sólo le dieron ‘las migajas’.

“Querían comprar mi imagen dándome unas migajas. Me fui al Rayo Vallecano pero no por gusto, sino por no aceptar que me humillaran”, relató Hugo a ESPN.

Hugo sintió este acto como una falta de respeto y aceptó la oferta del Rayo Vallecano. Un club que, a diferencia del Atlético y el Real Madrid -que peleaban por ganar LaLiga y la Copa de Europa-, tenía como objetivo eludir el descenso.

Onésimo Sánchez, compañero de Hugo en aquel momento, dijo que: “era increíble ver a Hugo Sánchez aquí después de todo lo que consiguió. Tanto en el Atlético y sobre todo en el (Real) Madrid”.

Hugo quería seguir “sintiéndose importante”. Pese a tener 35 años, anotó 16 goles en la temporada 93/94 y fue el máximo goleador del club. Lastimosamente, no fueron suficientes para la salvación del equipo: “No nos alcanzaron mis goles para salvarnos de la quema. Recuerdo mi etapa en el Rayo Vallecano con cierta tristeza, sabía que mi etapa en Madrid estaba por terminar y tenía que marcharme”.

En aquel año, los del barrio de Vallecas se quedaron a tres puntos del Logroñés para quedarse en primera división. El equipo descendió junto con el Lleida y el Osasuna.

“Hugo intentó en el Rayo enmendar una cosa que no tiene enmienda. Es una cosa biológica (la edad), cuando acaba, acaba”, dijo Onésimo en ESPN.

La realidad de Sánchez pasó de ser galardonado con la Bota de Oro (premio al máximo goleador de toda Europa) en 1990 con el Real Madrid, a perder la categoría con el tercer equipo de la ciudad.

Hugo no tuvo remedio más que aceptar que la edad ya no le permitía rendir como antes. Tras salir de Vallecas, el delantero firmó con el Atlante, un equipo que ni siquiera en México aspiraba a ser campeón.

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