La lucha libre es un deporte que requiere alto rendimiento físico…y mental. Lo riesgoso que es subir a un cudrilátero demanda una concentración absoluta en cada función, el tiempo para lamentarse o permitir los ‘bajones emocionales’ no existe entre las cuerdas, tal cual lo narra una de las grandes amazonas del Consejo Mundial de Lucha Libre, Reyna Isis.

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“Muchas veces, sí (no están en su mejor momento). Obviamente somos seres humanos. También tenemos bajones deportivos, emocionales, hay de todo aquí. ¿Y qué pasa? Tú tienes un compromiso cuando sales al encordado con ese público, te olvidas, dejas todo lo que traes abajo del ring. Si te sientes mal, si estás triste, si ha fallecido alguien, lo que sea que tengas, tú tienes que poner tu mentalidad y tus emociones en lo que vas a hacer arriba del ring porque es lo que le transmites a la gente”, comentó la ‘Flor del Desierto’.

EL TRABAJO DE LOS LUCHADORES ES DIFÍCIL

La energía en la Arena es proporcional al desempeño de los luchadores. Son los encargados de orquestar el espectáculo por el cual la gente pago un boleto y considera que en su profesión están obligados a “tener esa capacidad de transportarlos a otro mundo” sin importar el estado su estado de ánimo.

Respecto a lo que diversos colegas opinan respecto a las demandas de la afición mientras enfrentan pasajes complicados de sus vidas o dificultades físicas y psicológicas, Isis difiere con ellos, considera que esta es una profesión de tiempo completo.

“La afición desafortunadamente no tiene por qué entenderlo porque nosotros es lo que hacemos, ¿sabes?Brindar un deporte espectáculo para ser esos superhéroes de carne y hueso porque la gente viene a distraerse de su día a día, a sacar el estrés acumulado por la familia, por el trabajo, por diversas situaciones”, agregó.

REYNA ISIS DESTACA QUE LOS SACRIFICIOS DAN RECOMPENSAS

Anteponer la satisfacción del público en cada función a su bienestar emocional es una tarea complicada, sin embargo, les deja una enorme recompensa, el convertirse en ídolos de las futuras generaciones y ejemplo para muchos seguidores. Isis ha forjado un carácter aguerrido y duro gracias a esta mentalidad, mismo que le ha servido para colocarse en el lugar donde hoy está, entre las grandes gladiadoras estelares de la empresa más longeva de nuestro país. Lo único que le quita el sueño es dejar de estar presente en el gusto de los aficionados que se dan cita cada viernes en la México Catedral.

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“Que digan lo que quieran, hay que preocuparnos cuando se hable muy mal de nuestro rendimiento físico, luchístico, ahí arriba del ring, o cuando de plano dejen de hablar bien o mal, cuando no se hable, entonces hay que preocuparse. Pero mientras tanto, la gente no la va a entender al 100% y no hay que pedirle que lo hagan. No hay que pedirle que se sensibilicen ni que lo entiendan. Porque nosotros nos brindamos a ello. Tenemos un compromiso en los únicos 20 minutos que subimos ahí arriba y es para dejar todo lo que nosotros traemos, por mal o que sea, abajo”, cerró Reyna Isis.