Dueño de una calidad por encima del resto, Tecatito Corona cumplió a los 20 años el sueño de jugar en el futbol europeo. El joven jugador despuntó en Monterrey, para luego dar el salto a equipos como Twente, Porto y Sevilla. Una década después su aventura en el Viejo Continente está cerca de terminar, aunque su experiencia tiene tintes del deber cumplido.

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Contrario a lo que ocurre en la actualidad con muchos futbolistas talentosos, Tecatito luchó por concretar su fichaje con el Twente, incluso se plantó ante Rayados para que lo dejaran salir. Con lo económico de lado, el extremo se fue a jugar a los Países Bajos, donde poco a poco deslumbró con su capacidad para el desborde.

Su paso por el Twente fue lo esperado. En 51 partidos el mexicano marcó un total de 13 goles y dio cinco asistencias. El entorno le permitió tener una explosión goleadora, al prácticamente dobletear los goles marcados con Rayados en el mismo número de partidos.

PORTO SE FIJÓ EN EL TECATITO CORONA

Con la etiqueta de figura, Porto fue en la búsqueda del mexicano. Sus buenas actuaciones despertaron el interés de los principales equipos de Europa y fue el cuadro portgués el que logró hacerse con sus servicios, tras pagar poco más de 10 millones de dólares.

Tecatito Corona cumplió con las expectativas y pronto se convirtió en un referente de los Dragones. Incansable por esa banda derecha, donde jugó de extremo, mediocampista y hasta lateral, aportó números importantes.

En 287 partidos con Porto, Corona marcó un total de 31 goles y firmó 69 asistencias. Su rendimiento fue tal que en múltiples ocasiones su nombre sonó para reforzar a clubes importantes como Arsenal y Chelsea.

LLEGÓ A ESPAÑA

A pedido expreso de Julen Lopetegui, técnico con el que coincidió en el Porto y quien siempre alabó sus condiciones, Tecatito llegó al Sevilla tras seis temporadas en Portugal. Su fichaje fue presentado con bombo y platillo, como uno de esos jugadores capaces de cambiar el rumbo de un equipo.

El futbolista mexicano comenzó bien, incluso marcó algunos goles, hasta que en el arranque de la campaña pasada una fractura de peroné en un entrenamiento frenó su rendimiento.

A Corona le costó recuperarse del todo, además de que el entorno tampoco ayudó. La inestabilidad del equipo y el despido de Lopetegui complicaron las cosas. El mexicano cerró su etapa con tres goles y cuatro asistencias en 21 encuentros, números lejanos a lo que se esperaba de él.

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