Las grandes historias no siempre se cuentan con una sonrisa en el rostro, Abdelrahman El-Araby sabe que detrás de su llegada a la final de 50 metros mariposa en el Campeonato Mundial de Fukuoka, hay una batalla muy personal.

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La salud mental es fundamental en la vida de cualquier persona. Para los atletas, encontrarse en óptimas condiciones emocionales es imprescindible para obtener el mejor rendimiento en cualquier disciplina.

Para Abdelrahman El-Araby, el deporte le salvó la vida y le regresó la esperanza. En marzo de 2022, mientras estaba en su cuarto de hotel, el atleta “Perdió la esperanza”, sin embargo, con sus últimos momentos de conciencia logró llamar a sus compañeros para notificarles sobre su intento de suicidio. Sin saberlo, eso fue lo que le salvó la vida, su entrenador y amigos, llamaron de inmediato al 911 y el incidente no terminó en tragedia. 

Según recuerda a través de una publicación en su Instagram, despertó dos días después en la cama del hospital, sus compañeros y los médicos, le agradecieron por dar aviso sobre el intento de atentar contra su vida.

Luego de recuperarse y comenzar a tomar terapia, Abdelrahman comenzó a utilizar su cuenta de Instagram para apoyar a las personas que se encuentran en la misma situación y demostrarles que todos tenemos una segunda oportunidad.

La segunda oportunidad llegó para El-Araby

Así fue para nadador, la vida le tenía preparado algo mejor, llegó su momento. Después del doloroso incidente, comenzó a tomar terapia y a recuperarse emocionalmente. Su esfuerzo y dedicación se vieron materializados, en febrero de 2023, donde ganó su conferencia en 50 metros libres y dejó una frase que resume a la perfección cómo es lidiar estas batallas. “Está bien caer, está bien fallar, está bien perder la batalla, solo no pierdas la guerra…”.

Hoy, se encuentra en la final de 50 metros en mariposa en el Campeonato Mundial de Fukuoka 2023. Sin duda una de las historias más emotivas que nos ha entregado el deporte.

Está bien caer, está bien no tener siempre el mejor de los días, pero jamás hay que perder la esperanza y siempre, habrá esperanza.

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