El Chelsea al fin ganó. Luego de seis derrotas consecutivas desde la llegada de Frank Lampard al banquillo, el conjunto londinense venció 1-3 al Bournemouth y cortó la mala racha, además de mantener distancia con los lugares del descenso gracias a los goles de Benoit Badiashile, Conor Gallagher y Joao Félix.

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El conjunto de Stamford Bridge pretende cerrar lo mejor posible ante rivales duros. Por eso ganar en el Estadio Vitality era lo mejor que les podía pasar para retomar la confianza. Ahora, deberán buscar un mejor año para volver a los puestos europeos y las grandes competencias.

Llevaba diez encuentros sin ganar entre todas las competiciones el Chelsea que seguirá anclado en la zona media de la tabla general.

Una vez se salvó de la primera amenaza de su rival, a los cinco minutos, en una oportunidad que erró Jefferson Lerma, el Chelsea asumió el dominio y el control del partido.

Abrió el marcador a los nueve minutos con un gol de cabeza de Conor Gallagher al anticiparse de su marcador para llevar a la red un centro desde la derecha de N’Golo Kante tras recibir el balón de Trevoh Chalobah.

Bournemouth, sin presión, dejó en evidencia la fragilidad defensiva del equipo de Lampard. Ryan Christie dejó el balón al borde del área para el uruguayo Matías Viña.

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Se puso por delante el Chelsea a siete del final, en una acción a balón parado. Una falta cobrada por Hakim Ziyech que aprovechó, en el segundo palo Benoit Badiashile para superar a Neto.

Saltó al campo después Joao Felix en lugar de Kai Havertz y aprovechó a la perfección su oportunidad para cerrar la cuenta tras el pase recibido de Raheem Sterling.

Con información de EFE