Desde su llegada a la NFL en el 2014, la figura de Odell Beckham nunca ha sido indiferente. El talentoso receptor ha dejado imágenes para el recuerdo, como aquella recepción ante los Cowboys, un domingo por la noche, cuando con una mano controló un bombazo de Eli Manning. Aquella jugada sería su carta de presentación, como un jugador capaz de hacer posible lo imposible, sin imaginar que con el paso de los años la percepción cambiaría, marcada, sobre todo, por su explosiva personalidad.

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En ocho temporadas en la NFL, Odell Beckham ha jugado con tres equipos: Giants, Brows y Rams. El receptor llegó a Nueva York en la primera ronda del Draft del 2014 y pronto sorprendió con sus cualidades. En sus primeras tres campañas fue capaz de superar las 1,000 yardas y anotó nada menos que 35 touchdowns, números de súper estrella. Al margen de su rendimiento, sin embargo, algo se iba gestando a su alrededor. Beckham era muy bueno cuando las cosas iban bien, pero muy malo cuando el camino se torcía.

Sus últimas dos temporadas en los Giants contrastan con su primera etapa, el receptor apenas anotó nueve touchdowns y comenzó a batallar con las lesiones. Consciente de su calidad, reclamaba protagonismo y criticaba la baja de juego de Eli Manning, dos veces campeón del Super Bowl.

“Creo que necesita jugar más y hablar menos“, fue la respuesta de John Mara, propietario de los Giants. La relación nunca fue la misma y a pesar de su talento, el jugador salió de la franquicia después de cinco temporadas, en medio de la polémica.

Beckham encontró acomodo en los Browns. Aunque el receptor no logró alcanzar el nivel que llegó a tener en sus primeros años en la liga, firmó buenas actuaciones, hasta que una vez más comenzó a caer en lesiones, y con ellas llegaron las críticas. El entorno del receptor apuntaba a la mala puntería de Baker Mayfield, incluso el problema llegó al staff de coacheo y a la gerencia general. Finalmente, el equipo decidió liberarlo, una vez más en medio de la polémica.

Tras su salida de los Browns Beckham llegó a los Rams. Ahí, bajo el mando de Sean McVay tuvo buenos partidos, incluso fue parte importante durante la temporada en la que ganaron el Super Bowl. El receptor habría seguido de no ser por una dura lesión que lo alejó de los emparrillados por una campaña. Hasta el momento no se conocen polémicas con la franquicia de Los Ángeles. Con los Ravens, su nuevo equipo, comenzará a escribir su historia.

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En su historial hay algunos episodios de problemas con la ley. En el 2020, la policía emitió una orden de arresto luego de que fuera acusado de agredir a un oficial. En el 2022, fue obligado a abandonar un avión tras negarse a ponerse el cinturón de seguridad.