Jurgen Klopp, Jose Mourinho y Thomas Tuchel: acaso son los tres técnicos con los que Josep Guardiola ha entablado mayor rivalidad. A punta de repeticiones, el desafío que ha enfrentado el entrenador catalán cada que se mide con alguno de ellos ya tiene tintes de clásico.

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Cuando el pasado 17 de marzo del bombo salió el nombre del Bayern Múnich como rival del Manchester City en los cuartos de final de la Champions League, Guardiola no sabía que el destino le tenía preparada una especie de broma. Su rival no sería el equipo de Julian Nagelsman, sino el de Thomas Tuchel.

El técnico llegó al equipo bávaro para apagar el fuego que supone el cierre de campaña, con el Bayern ligeramente al frente en la clasificación de la Bundesliga, y una rifa del tigre en Europa, ante uno de los cuadros más embalados de la actualidad. Su nombramiento, sin embargo, funciona a modo de antídoto.

Pocos técnicos han logrado descifrar en los últimos años los secretos del esquema de Guardiola como lo ha hecho Thomas Tuchel. Ambos técnicos coincidieron en Alemania e Inglaterra, y ahora en Europa, como si en el destino estuviera encontrarse. “Es de los pocos técnicos de los que aprendo constantemente para convertirme en un mejor entrenador”, dijo en su día Guardiola, en plena consciencia de lo que supone el reto.

En el listado no abundan los enfrentamientos. Su historia es más cualitativa que cuantitativa, aún así alcanza para marcar tendencias. En 10 choques, Guardiola presume seis victorias, por tres de Tuchel y apenas un empate. A pesar de que los números favorecen al español, el proceso ha sido más complicado de lo que parece. En Alemania Pep fue algo parecido a una bestia negra para Tuchel. El técnico alemán no encontró la fórmula ni con el Mainz ni con el Dortmund y a cuatro derrotas sólo pudo responder con un empate.

La inercia sólo cambió hasta que coincidieron en Inglaterra. Pep en el City y Tuchel en el Chelsea. El alemán encontró un respiro y al vértigo de la FA Cup y la Premier League encontró dos victorias en fila, antes de dar un golpe definitivo en la final de la Champions, donde los Blues vencieron por la mínima a los Citizens, dejando a Guardiola sin su anhelada Orejona.

Tras ese enfrentamiento el español retomó su marcha triunfal con dos victorias más, ambas por la mínima, sin embargo, en el ambiente, la idea de que Tuchel conoce secretos sobre Guardiola ya había terminado de germinar.

Previo al partido de ida de los cuartos de final Guardiola no escapó de la conversación. “Tuchel es muy creativo. Sus equipos construyen muy bien el juego, se asocian, tienen jugadores veloces y atacan bien el espacio”, dijo el catalán, como si al contarlo la pesadilla no se hiciera realidad.

Al márgen de sus enfrentamientos, el nombre de Tuchel y Guardiola está estrechamente ligado desde que ambos daban sus primeros pasos como estrategas. Aunque Pep no lo sabía, Thomas estudiaba a la distancia los aspectos tácticos del aquel Barcelona campeón de todo. El alemán tomaba las referencias y trataba de aplicarlas en sus equipos, la presión alta, la salida desde el fondo, los movimientos vertiginosos.

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Años después, ya con Pep en el Bayern, Tuchel tuvo la oportunidad de confesarle su admiración en una cena organizada por Michael Reschke, entonces director deportivo del Bayern Munich. Ya eran rivales, pero al calor de la cena, la charla más bien fue de colegas, como dos amigos que se juntan a hablar de futbol. “Lo increíble de esa charla fue que hablaron de partidos de hacía cinco, seis, siete años y Tuchel sabía de memoria cómo jugaba el Barcelona de Pep”, confesó Reschke. El maestro y el discípulo, permanentemente destinados a encontrarse.