Falta un mes, pero América y León se dieron con todo, un juego con aroma de fase final, seguramente ambos clubes se quedaron con ganas de verse más adelante. La batalla no defraudó, goles, golpes, incluso polémica, el árbitro Fernando Hernández está en el ojo del huracán por un aparente empujón a Lucas Romero, el juego fue tan ríspido que hasta los técnicos salieron expulsados, Fernando Ortiz y Nicolás Larcamón, los estrategas se picaron con palabras camino al vestuario, pero no pasó a más, al menos en el campo, en la tribuna se presentaron conatos de bronca tras el empate agónico de logró Joel Campbell. El 2-2 dejó todo calientito, pero fue justo.

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América siempre supo que los esmeraldas no iban a regalar nada, el cuadro del Bajío suele causarle dolores de cabeza a los azulcremas, sea en el estadio Azteca o en Guanajuato. Las Águilas experimentaron que el León sí es como lo pintan. Letal, agresivo.

Los Panzas Verdes se fueron adelante e incluso perdonaron jugadas que pudieron terminar en las redes.
Alfonso Alvarado antes de meterse al vestidor provocó el primer alarido de la noche, el Plátano cabeceó de manera perfecta para superar a Luis Malagón. La gente pudo festejar luego de dos goles anulados, uno a Víctor Dávila y otro a Diego Valdés, ambos bien marcados.

Las anotaciones no tardaron en aparecer, el ambiente, el homenaje a Chabelo, todo se juntó para una noche exquisita.

América nunca se rinde, los amarillos iniciaron su reacción en el segundo tiempo, primero Diego Valdés con un tiro en el área y enseguida Henry Martín con la testa, la Bomba marco su gol 12 en la liga, el título de goleo se aproxima.

Luego vinieron los roces, empujones, las tarjetas rojas a los técnicos, el clímax del juego se sintió en todo el estadio.

América saboreaba el triunfo, pero en la agonía del juego el tico Joel Cambell recién ingresado, anotó el empate. Qué juego, de Liguilla adelantada.