Un partido que parecía a modo contra el último lugar del torneo terminó en un completo desastre cementero. La Máquina de Ricardo Ferretti se extravío en la Perla del Pacífico y fue superada ampliamente por Mazatlán. Cruz Azul no tuvo respuestas ni soluciones, esta vez, ni el Tuca pudo salvar el ridículo y se llevó un fuerte golpe de realidad en el inicio de su gestión. 3-1 final.

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Las posturas de ambos equipos quedaron claras desde el arranque. Los cañoneros salieron con vocación defensiva y a tratar que la visita les hiciera el menos daño posible, pero no contaban con que los celestes llegarían agrandados.

A La Máquina le costó romper el cerrojo morado. Mazatlán se plantó en su campo y se preocupó más por no recibir ningún tanto. Eso pudo hacerse realidad. Lotti tuvo la más clara y Vikonis salvó. Parecía que el daño no llegaría, pero apareció la magia del Brujo para abrir el marcador.

Uriel Antuna recibió un pase preciso de Nacho Rivero. El atacante tricolor mostró su velocidad y hasta su gran golpeo de balón que terminó por incrustarse en la meta local. El festejo tardó, la jugada se revisó en el VAR por un posible fuera de lugar, el cual no fue concedido. Oswaldo Alanis habilitó y el grito de Antuna se hizo realidad.

Los celestes no se tiraron atrás de inmediato y buscaron el segundo, pero Lotti nuevamente falló un mano a mano.

El partido cayó en un bache. Cruz Azul bajó el ritmo y Mazatlán se animó. Jesús Corona fue el héroe en un par de ocasiones, pero después falló. Primero por no atajar un balón de trámite que terminó en tiro de esquina. Precisamente de esa jugada nació el gol de los cañoneros. Néstor Vidrio le ganó el salto a la zaga azul, Chuy no salió a tiempo y el balón quedó en la red.

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A los cañoneros se les vio con más confianza en el complemento. El equipo visitante nunca se encontró. En tan sólo cinco minutos, los morados marcaron un par de goles más, ambos a balón parado. El primero fue de Roberto Meraz tras aprovechar un error de Rotondi a la hora del despeje. Después fue Facundo Almada ante una mala marca de Ramiro Funes Mori.

Mazatlán se apoderó del juego. Cruz Azul no tuvo ideas, se vio desesperado, lleno de imprecisiones y no disparó a portería ni una sola vez.

La Máquina pudo meterse entre los primeros lugares, pero ha vuelto a dejar más dudas que certezas en su accionar.

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