Con la tecnología de Google Traductor

Mira

1, febrero 2023 - 9:53

┃ José Ángel Rueda

Tom Brady es el hombre que más récords ha batido en la NFL / Foto: Reuters

Tom Brady se levantó por la mañana y decidió que ahora sí era el día. Tomó el teléfono y grabó su despedida, reconociendo que ya antes, hace exactamente un año, había agotado los recursos emotivos necesarios para decir adiós. No hubo nada preparado esta vez, ni un elegante traje, ni un fondo que acompañe la imagen, solo una playera gris y un cielo nublado en la bahía de Tampa. Esta vez es para siempre, dijo el mariscal de campo de 45 años, así que habrá que creerle.

Tal vez te interese: ¡Ahora sí! Tom Brady anuncia oficialmente su retiro de la NFL

Aunque todo lo que había que decirse de Tom Brady ya se dijo el 1 de febrero del 2022, es decir, cuando anunció su primera marcha y el mundo entero también agotó las palabras para despedirlo, es cierto que no todos los días se va el mejor jugador de todos los tiempos. En este caso sólo dos. Cosas de Brady.

A diferencia de lo que ocurrió hace un año, eso sí, cuando las noticias de su despedida se habían filtrado desde días antes y todo era como marcha anunciada, en esta ocasión hubo algo de sorpresa. Había quien veía a Brady buscando una última aventura después de lo dura que fue la campaña con los Buccaneers, en una permanente lucha por dignificar lo que podía ser la despedida. Pero Brady no irá a ningún lado, ni a los 49ers, cuando por fin se abría ligeramente una ventana para cumplir su sueño de niño, ni a los Dolphins, ni a los Raiders. No habrá más.

Consagrado como el rey de la longevidad, Tom Brady hizo del tiempo su aliado. Es decir, ese tiempo que es capaz de medirse. 45 años, 23 temporadas. Más de la mitad de su vida lanzando balones en la liga más exigente del mundo. Pero también de ese otro tiempo, el que no se mide y solo existe, el qué pasa sin que nos demos cuenta y cuando nos damos nos atrapa y nos da lecciones.

A menudo los grandes deportistas necesitan de ese tiempo, el segundo, para imponer su legado, que los años pasen, que su genio nos falte para extrañarlos, que el dolor por no haber sabido valorarlos en su justa dimensión nos abra los ojos. Pero Brady estuvo tanto tiempo y ganó tanto que el reconocimiento llegó con él aún en activo, no hacía falta saber que algún día ya no estaría para reconocerlo como el más grande de todos.

En una liga donde el éxito suele buscarse en los pequeños detalles, Brady siempre fue el maestro del engaño, el desafío a la lógica. Nadie advertía gran talento en el quarterback de la Universidad de Michigan, tal vez porque su mayor virtud estaba en lo abstracto, en todo aquello que no se ve. Invisible para los reclutadores, 198 prospectos fueron drafteados antes que él, hasta que los Patriots del recién llegado Bill Belichick lo reclutaron, como por no dejar.

Los años fueron capaces de revelar al verdadero Tom Brady, donde la espectacularidad no estaba en sus pases, sino en la complejidad del momento, el hacerlo cuando nadie más hubiera podido. El parámetro es difícil de dimensionar, cuesta entender que eso solo lo tienen algunos. Así lo hizo con los Patriots, como el autor material de una de las más grandes y longevas dinastías en la historia del deporte, y después en los Buccaneers, lejos del entorno que para tantos era la clave de su éxito, como un golpe de autoridad.

Cada Super Bowl de Brady abría una nueva puerta. La sorpresa, la realidad, la consolidación, lo sublime, la incredulidad. ¿Cómo lo hace? Preguntamos todos, sin atinar respuestas. Es el poder de los grandes deportistas, convertir un día cualquiera en un recuerdo inexplicable. Brady dijo adiós con siete Super Bowls, siete anillos para los 10 dedos, mismo número de títulos que disputó. No habrá nadie como él.

Con Brady no solo se termina una carrera, prolífica, inigualable, sino toda una era. Ahora sí, hasta siempre, mariscal.

Recibe vía WhatsApp todas nuestras noticias deportivas, manda la palabra ALTA en este enlace