No cualquiera. El doctor Jacinto Licea se encuentra de manteles largos debido a que celebra un siglo de vida, 100 años de edad, y lo festejó con un merecido homenaje en las instalaciones de su alma mater, en el Instituto Politécnico Nacional.

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Ataviado con su icónica chamarra blanco con guinda, Licea Mendoza fue festejado en el Casillero de las Águilas Blancas, equipo con el que logró cinco campeonatos dentro del futbol americano estudiantil en México.

“Para mí es difícil agradecer este reconocimiento que han hecho para mi persona, pero les recuerdo que el futbol americano uno de sus méritos más grandes es el trabajo de conjunto, el trabajo en equipo”, expresó un emocionado Jacinto Licea.

Recalcó que “uno de los pilares del futbol americano es ese precisamente conjuntar tantas mentalidades, tantas ideas, tantos deseos para consolidarlo en una batalla para ganar, para tratar de ganar todo el tiempo”.

Agradeció la celebración: “Es para mí una satisfacción enorme ver a todas estas personalidades del futbol americano y del deporte aquí reunidos en esta ocasión, se los agradezco infinitamente y esto es trabajo de equipo, trabajo institucional, lo que ha hecho grande al Politécnico en tan poco tiempo es eso, trabajo en equipo”.

Este ícono del futbol americano nacional y del IPN comenzó su andar como jugador en 1936, donde defendió los colores del equipo de la Vocacional 4, por lo que presume prácticamente 60 años de estar ligado a esta institución educativa entre jugador, head coach, formador y asesor.

Jacinto Licea presume de ganar nueve títulos, cuatro con el extinto equipo Poli Guinda durante las campañas de 1960, 1963, 1964 y 1965 y otros cinco con las Águilas Blancas durante las temporadas 1973, 1981, 1982, 1988 y 1992.

Además de su exitoso paso con los equipos del IPN, en 1999 se convirtió en entrenador de la Selección Mexicana de Futbol Americano, categoría Senior, y consiguió un subcampeonato para redondear una gran trayectoria dentro de los emparrillados.

En 2011 se concretó su retiro con los volátiles y en ese mismo año ingresó al Salón de la Fama de la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme), toda una leyenda está de fiesta. El michoacano, quien llegó a conocer, depender y convivir con Lázaro Cárdenas del Río, festeja 100 años de vida y los amantes al futbol americano y deporte en general le agradecen su aportación.

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