México cierra 2022 con siete campeones del mundo, dos de los cuales buscarán conquistar una tercera corona en distintas divisiones.

Con Saúl “Canelo” Álvarez, dueño del trono absoluto supermediano (WBC, WBO, WBA, IBF) en la cima, contamos con Juan Francisco “Gallo” Estrada (supermosca WBC), Rey Vargas (pluma WBC), Emanuel “Vaquero” Navarrete (pluma WBO), Julio César “Rey” Martínez (mosca WBC), Daniel “Cejitas” Valladares (mínimo IBF) y el recién llegado Luis Alberto “Venado” López (pluma IBF).

Don José Sulaimán solía decir que nuestro país es privilegiado en cuanto a pugilistas con talento, y señalaba que “si usted levanta una piedra, salta un boxeador”.

Por muchos años, la división gallo fue “la del lujo” de nuestro boxeo; sin embargo, el tiempo se encargó de mostrar que la división pluma es la que más monarcas nos ha dado. Hoy, tenemos dos jerarcas en ese peso, con el “Vaquero” y Rey Vargas, ya bicampeones del mundo y quienes intentarán alcanzar el tricampeonato el próximo mes de febrero.

En la misma categoría de las 126 libras e igualmente en febrero, Érika “Dinamita” Cruz tendrá la oportunidad soñada cuando se enfrente con la borinqueña Amanda “The Real Deal” Serrano, quien ostenta los cintos que avalan el WBC, la WBO y la IBF. Érika es soberana reconocida por la WBA.

Vargas y Navarrete capitalizarán la dorada chance que les concedió el estadounidense Shakur Stevenson al perder en la báscula las fajas de las 130 libras del WBC y la WBO, antes de derrotar a Robson Conceicao.

El “Vaquero” disputará la correa de la Organización contra el australiano Liam Wilson, el 3 de febrero en Glendale, Arizona.

Vargas peleará contra el texano O’’Shaquie Foster por el cinto del Consejo, el 11 de febrero en el Alamodome de San Antonio.

Así como los mejores pronósticos acompañarán a Navarrete y Vargas, el “Cejitas” tendrá una defensa peligrosa contra el invicto japonés Ginjiro Shigeoka, el próximo viernes en Osaka, pero, tanto en su caso como el de Érika Cruz, tengamos en cuenta que los nuestros siempre ponen alma y corazón en el ring.