La afición del América no falló, su equipo necesitaba de un apoyo vibrante para la remontada ante Toluca, y los azulcremas respondieron al llamado con creces. Con más de cuatro horas de plazo para que diera inicio el encuentro, las calles aledañas al Estadio Azteca ya estaban pintadas en su mayoría de amarillo, también algo de azul y un poco de rojo, por el desfile de aficionados que se dieron cita en el coloso de Santa Úrsula.

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Con banderas, gorros, peluches y pintados de la cara entre azul y amarillo, los fanáticos llegaron de todas partes de la República e inclusive algunos del extranjero como Estados Unidos, Países Bajos, Argentina y España. Nadie se quería perder la fiesta que se avecinaba.

La pasión se desató desde la llegada de los equipos. Hora y media antes de del silbatazo inicial, los aficionados realizaron el tradicional pasillo en la puerta tres del Azteca. Por supuesto, la hostilidad apareció cuando latas de cerveza, botellas de agua y hasta de vidrio fueron lanzadas al camión blanco de Toluca acompañados de una rechifla constante. El transporte apresuró el paso para ingresar sano y salvo.

La otra cara de la moneda se vivió con el camión crema del América. A paso lento atravesó el pasillo mientras era bombardeado de cánticos y gritos de aliento, además de una que otra “palmada” por parte de los que estaban más cerca.

Tras las llegadas, el público comenzó a ingresar al Estadio Azteca, pero era tanta y los filtros de seguridad lentos, que provocaron una importante aglomeración en los torniquetes. Poco avance, filas largas que daban más allá de las taquillas y las infaltables groserías por desesperación, protagonizaron los minutos previos.

Justamente, esas largas filas provocaron que el recinto que próximamente será tres veces sede de una Copa del Mundo en 2026, se llenara de poco en poco. Eso sí, la afición cumplió el pedido de su institución y pinto de amarillo las gradas, aunque para ayudar a la causa, a todos los que ingresaron se les obsequió una cartulina amarilla que más tarde crearía un mosaico.

Los momentos previos al inicio fueron los más espectaculares. Primero, la plantilla sub 18 que ganó el campeonato desfiló con una vuelta olímpica llena de aplausos. Después, las barras del América, junto con el sonido local y una violinista pusieron el ambiente para que el estadio entero cantara a todo pulmón el himno azulcrema, con un juego de luces.

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Finalmente, la entrada de los equipos cerró el previo con broche de oro. Mientras los 22 jugadores caminaban al centro del campo, una secuencia de fuegos artificiales los acompañaba mientras las gradas estaban totalmente amarillas gracias el mosaico creado por las cartulinas.

Una postal que incluirá la semifinal contra Toluca del Apertura 2022 dentro de las noches más emblemáticas del Estadio Azteca, y que muestra que el Coloso de Santa Úrsula está listo para cualquier evento de alta magnitud como una Copa del Mundo o juegos de la NFL.

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