De cara a lo que será uno de los partidos más complicados del calendario, Tom Brady decidió participar en la práctica de este miércoles con miras al enfrentamiento de este domingo contra los Green Bay Packers. Según informó el entrenador en jefe Todd Bowles durante la pretemporada, el mariscal de campo de 45 años tiene permitido ausentarse ese día para recuperar fuerzas, sin embargo, el quarterback dejó el descanso para otra ocasión.

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Más allá de las victorias ante los Cowboys y los Saints, los Buccaneers han dejado algunas dudas en su funcionamiento, sobre todo a la ofensiva. Frente a Dallas se vio un equipo muy fuera de ritmo, mientras que en el duelo ante Nueva Orleans encontró los puntos entrada la segunda mitad.

Ante este panorama y tras las lesiones de receptores como Chris Godwin y el tackle ofensivo Donovan Smith, además de la suspensión de Mike Evans, Brady puso manos a la obra con la intención de tomar ritmo cuanto antes, sobre todo de cara a recibir a los Green Bay Packers, un equipo considerado contendiente y ante el cual una derrota podría ser decisiva más adelante, durante la postemporada.

Tampa Bay apeló la suspensión a Evans tras la pelea que mantuvo con Marshon Lattimore el domingo pasado en el duelo ante Nueva Orleans, sin embargo, la NFL desestimó los recursos y conformó el castigo para el receptor.

Los Packers, mientras tanto, tuvieron un complicado comienzo al caer ante los Vikings en la semana 1, sin embargo, el fin de semana pasado retomaron su nivel y derrotaron de manera contundente a los Bears. El de este domingo será una nueva prueba para una ofensiva que tampoco se ha visto engrasada, pero que poco a poco deberá generar química con sus nuevos receptores.

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