“En mis tiempos”, como decía mi abuelita, solía ocurrir que se le otorgara todo el apoyo al “árbitro mundialista”; es decir, que fuera él quien más juegos arbitrara en la campaña y que le “tocaran” los partidos estelares, incluida la final.

El propósito de dicha “preferencia” era el de brindarle todo el sustento para que llegara embalado y muy respaldado a la Copa del Mundo. Pero, como la canción de Roberto Livi y Rafael Fierro: “Cómo han pasado los años”.

Las lenguas de doble filo afirman que los de Coapa no quieren ver a César Arturo Ramos Palazuelos ni en pintura. De modo que, hoy sábado, cuando el Coloso de Santa Úrsula se vista con sus mejores galas para recibir una edición más del llamado “Clásico de clásicos”, en donde se enfrentará jugando como local el primer lugar de la tabla de posiciones (el América) contra el séptimo (El Guadalajara), el colegiado mundialista será el gran ausente.

La H. Comisión de Árbitros de la FMF decidió designar para dirigir las acciones con la ocarina a Adonaí Escobedo, quien estará cumpliendo su décimo primer partido de la temporada y que nunca antes le tocó en suerte pitar un clásico.

Adonaí ya le silbó dos veces a los de Coapa en lo que va del torneo y en ambas ocasiones el ave se ha alzado con el triunfo.

La primera, en la jornada 3 vs. Toluca, en dónde dejó a los choriceros con 10 hombres temprano en el partido (min 30) y le anuló un gol (de Fidalgo) a los emplumados, por fuera de lugar de Henry Martín (que después el “vivillo” Archundia dijo que estaba mal invalidado).

Y la segunda, en la jornada 8, en Ciudad Universitaria, frente a Pumas en aquel humillante cero goles por tres.

A Chivas le silbó en la jornada 6 en el empate frente a Pachuca.

El nazareno deberá de estar atento con Pedro Aquino (América) y con Gilberto Sepúlveda (Chivas) que son los que más faltas han cometido, con 19 y 17 respectivamente.

El América ha cometido 143 faltas, recibido 26 tarjetas amarillas y ninguna expulsión a lo largo de la competencia, siendo Pedro Aquino y Alejandro Zendejas los más castigados al haber visto en 5 ocasiones el cartón preventivo.

Mientras que, el rebaño sagrado acumula 170 infracciones. 38 amarillas y 4 rojas, siendo el cliente más frecuente en cuanto a amonestaciones se refiere Fernando Beltrán.

Adonaí no es un juez “de línea dura”, es más bien conciliador. No es “penalero” ni tarjetero … “Que haya suerte matador”.