El recuerdo está intacto. La final del Clausura 2013 sigue en la mente del americanismo. El 26 de mayor del 2013, día en que América le arrebató un título a Cruz Azul jamás se olvidará, al menos así lo presumieron las porras azulcremas.

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La tarde en Santa Úrsula comenzó con tranquilidad, las horas para el inicio del encuentro se acercaban, cuando el humo amarillo y azul comenzó a acercarse a la puerta principal del Azteca. La calzada de Tlalpan se silenció por unos minutos para escuchar el cántico de los aficionados amarillos.

“Chemo, decime qué se siente, haber tenido la final, te juro que el 26 de mayo, nunca lo vas a superar”, comenzó el cántico con una playera cementera en su posesión, que posteriormente fue quemada.

“Aquivaldo lo inició, el portero lo empató y Layún, con un penal, nos coronó, pto chemo eres cagn, un minuto te faltó, sigues siendo el eterno subcampeón”, fue la estrofa que cerró la melodía.

Al escuchar a los cremas, los cementeros preferían ignorar lo sucedido y comenzaron a entrar al inmueble mientras los seguidores amarillos continuaban con su fiesta.

La playera cementera fue cortada por la mitad y prendida fuego, al son de “¡Águilas, Águilas!”, los presentes pisaron y patearon el lábaro cementeros previo a uno de los encuentros más apasionantes en la Liga MX.

La gente se respetó en todo momento. Los conatos de bronca no dijeron presente, solamente los policías detuvieron a varios revendedores, pese a que la venta general continuaba en las taquillas del Coloso de Santa Úrsula.

La preocupación cementera comenzó con el silbatazo cada vez más cerca, pese a que tenían siete encuentros consecutivos sin perder el Clásico Joven. “A ver cómo nos va”, decían algunos seguidores con su playera celeste bien puesta.

La tarde en el Azteca fue tranquila, el encuentro comenzó a calentarse, pero Águilas y cementeros no perdieron la cabeza, disfrutaron del espectáculo en la cancha que sirve como casa para ambos.

Ya en el interior, el amarillo predominó, aunque el celeste no se quedó atrás, un 80 por ciento del estadio estaba lleno, pese a que La Máquina no vive su mejor momento, eso no dejó que la pasión se quedara de un costado en el choque entre dos de los cuatro grandes del futbol nacional.

La gente no le falló a uno de los encuentros más tradicionales del país, los hinchas de ambos mantienen la rivalidad a tope.

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