ALVARO ZALDAÑA

FOTO: AFP 

En el Gran Premio de Silverstone, Checo Pérez pasó del suelo al cielo gracias a la combinación del buen desempeño del RB18, con el quirúrgico manejo del mexicano. La remontada del tapatío desde el último lugar hasta finalizar segundo, quedará marcada como uno de los grandes hitos en su carrera, pero también por la espectacular batalla que tuvo contra Lewis Hamilton y Charles Leclerc.

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El piloto francés de Alpine, Esteban Ocon, se quedó varado en la recta de meta y eso provocó una bandera amarilla, y posteriormente el ingresó del safety car. Pérez, Hamilton y Sainz aprovecharon para cambiar a gomas blandas mientras que Leclerc se mantuvo con las duras.

Lo bueno llegó en el reinicio de la carrera para la vuelta 43. Checo, que marchaba cuarto, no perdió el tiempo y rápidamente se puso por delante de Hamilton y puso a Leclerc como siguiente objetivo. Sin embargo, el británico no se dio por vencido y se puso furioso al volante.

Mientras Pérez y el monegasco luchaban rueda a rueda, Lewis aprovechó para meterse entre los dos y rebasarlos, pero dos curvas después “Checo” le devolvió el favor y se hizo con el segundo puesto hasta el final.

Por su parte, Leclerc intentó en dos ocasiones defender su posición pero no lo logró, y aunque pudo quedarse con el tercer puesto, Hamilton se hizo valer como el piloto local para arrebatárselo.

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Estos tres pilotos otorgaron uno de los mejores momentos en la historia de la Fórmula Uno, y el público estaba vuelto loco en las gradas de Silverstone.

Con este resultado, Sergio Pérez se mantiene a la caza de Max Verstappen en el campeonato de pilotos con 147 puntos.

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