CRISTÓBAL MORALES

FOTO | MEXSPORT

Diego Armando Maradona es uno de los tres mejores futbolistas en la historia, por lo tanto desde que dio sus primeros pasos como futbolista, fue firmado por una de las mejores marcas deportivas con un contrato vitalicio, Puma. El 10 de Argentina fue por casi 40 años una de las principales imagenes de la marca alemana, sin embargo, en 1993 fue convencido de dar su nombre a unos tenis de manufactura mexicana.

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Garcis es una de las marcas de artículos deportivos con más renombre de nuestro país y durante de la década de los noventa, disfrutó de patrocinar a grandes nombres como Hugo Sánchez y Jorge Campos, sin embargo en 1993, José Antonio García, dueño del Atlante y Garcis, organizó una cáscara que después se convirtió en fiesta y uno de los asistentes fue Maradona, quien ya con unos tragos encima, aceptó dar su nombre para unos modelos de tacos para futbol fabricaod spor la marca mexicana.

“Estuvo Romano, estuvo Mohamed, Javier Alarcón, Saúl Lisazo; yo invité a mucha gente. Estábamos en el estadio esperando y de repente va bajando. Todos cagados de risa, bajamos, entramos al vestidor y unos nos pusimos los uniformes blancos y otros el azulgrana. Salimos, hicimos el asado y lo invité a mi casa. Trajimos un mariachi y estuvimos hasta las tres o cuatro de la mañana. Armamos una buena fiesta”.

En plena fiesta, el empresario mexicano aprovechó para ofrecerle una jugosa oferta a Maradona para poner su nombre en un zapato. La oferta estaba conformada por 150 mil dólares, dos vuelos en jet privado a Cuba y una estancia en Cancún.

“Es un tipazo y agradable. Yo quería sacar un zapato Diego Armando Maradona, lo hablamos y me dijo que lo haríamos ‘pero con una condición’, me dijo. ‘Mañana me das el dinero y me vas a tomar las fotos en Cancún. Yo me voy a Cuba, me mandas un avión privado, me recogen tomamos las fotos en Cancún estoy dos o tres días y me regreso a Cuba”, fue la petición del argentino, a quien García describió como “humilde, sencillo, ocurrente, carismático, tenía todo. Un tipazo”.

Maradona, quien por aquellos tiempos tenía 33 años, venía de estar inhabilitado por 15 meses por la FIFA por dar positivo a doping, por lo que no le preocupaba mucho su estado físico y más que estar triste por su inactividad, el hombre vivía de fiesta en fiesta.

Al otro día de haber acordado el trato, García le entregó el dinero en efectivo a Maradona, que de inmediato firmó los papeles restantes para concretar la negociación.

Los tenis fueron un fracaso en el mercado

A sólo un año de que se lleváse a cabo la Copa Mundial de Estados Unidos 1994 y con Argentina como gran favorito al título tras el triunfo en la Copa América 1993, se esperaba que el modelos fuera un éxito en ventas, sin embargo, no fue así.

Las expectativas no se cumplieron en nuestro país, y aunque en territorio estadounidense hubo una mejor respuesta “no fue lo que yo hubiera esperado”, reveló García, para quien “la gente prefería un modelo Manuel Negrete, Carlos Reinoso. Es más, el modelo Jorge Campos tampoco se vendió, Hugo Sánchez tampoco. El que más se vendió fue el de Carlos Reinoso”.

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