PACO G. VILCHIS

FOTO: REUTERS

Esta vez no fue el delantero francés, Karim Benzema, el héroe del Real Madrid que le permitiera al cuadro blanco levantar su décimo cuarta Champions League ante el Liverpool de Inglaterra en Francia. 

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Si la casa merengue puede presumir una copa más en sus vitrinas y presumir de nueva cuenta ser el más ganador de Europa, fue a una majestuosa actuación de su guardameta, el belga Thibaut Courtois, quien salió en un de esa noches de inspiración que permitió de manera espectacular mantener en cero su meta y, con el tanto solitario de Vinícius, coronar a los comandados por Carlo Ancelotti.

El cancerbero, seleccionado de su país, a lo largo de la Champions fue una pieza clave en varios partidos, pero lo de hoy fue superlativo y se convirtió en el mejor hombre del equipo, al evitar cuando menos cinco anotaciones claras que hubieran cambiado el rumbo del compromiso. 

Courtois hizo su primera gran aparición justo al minuto 16 del cotejo, cuando en descolgada de los ingleses por banda izquerda, el balón cayó al área chica, lugar donde Salah alcanzó a rematar a la base del poste izquierdo del portero, quien cuan largo es, se tendió para mandar a un costado y evitar la apertura del marcador.

El espectáculo del cancerbero del Real no paró, fue una muralla en la que rebotó todo todo lo del Liverpool y, cuando más apretaban los de la Premier, su gigante figura salió a relucir al minuto 21. Mané, en jugada individual, se animó a sacar potente disparo desde los límites del área blanca con etiqueta de gol; sin embargo, Courtois voló a su costado derecho, alcanzó a desviar con las uñas el balón, que se impactó milagrosamante en el poste.

La magia del belga no paró y Liverpool siguió atacando su meta, pero una vez más, al minuto 33, al estar bien posicionado en su meta, se quedó sin problemas con un cabezazo de Salah que daba para mucho más, pero la seguridad del portero ya era más que evidente y nadie lo iba a superar.

Ya en la segunda mitad y con el marcador a favor, Thibaut volvió a dejar con las ganas a rival al minuto 64, cuando en una jugada de Salah, el egipcio se animó desde derecha a tratar de cruzar al otro palo de la meta, pero el guardameta se lanzó como si fuera la última jugada del partido y con un manotazo evitó lo que parecía la igualada.

Cinco minutos más tarde, la velada del portero del Real Madrid se redondeó tras una serie de rebotes en la cual evitó sobré la línea de gol lo que indicaba ser el tanto de Salah, quien incrédulo no tuvo más que lamentarse y entender que esta noche el balón no iba entrar.

Todavía al minuto 80, en una jugada de confusión, parecía que tomaban a contra pie al portero, que supo recomponer el camino, regresó rápidamente a su zona de confort y sacó con las manos de la línea de gol lo que se cantaba ya como la igualada.

No le bastó con todo lo que había hecho y sin duda una de las más importantes para el mejor portero del mundo se presentó al minuto 82, cuando Salah se metió al área merengue y fusiló Courtouis, quien con reflejos felinos aguantó hasta el final y mandó el cañonazo hacía un costado de manera monumental.

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