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8, mayo 2022 - 19:19

┃ Alland Jhonnathan

puebale liguilla america

ALLAND JONATHAN

Foto Erik Guzmán

Vaya que si las fases finales son un torneo nuevo, aparte. El Puebla, el equipo con más dudas para encarar la repesca, jugó los primeros 15 minutos en estado de gracia para encandilar su cuarto pase a la Liguilla; pero Mazatlán creyó hasta el final y con un remate milagroso de Nicolás Vikonis sobre el final salvó el empate para forzar los penales.

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Desde los 11 pasos, Puebla se encomendó al santo de siempre y Antony Silva no decepcionó parando dos penales para darle el billete a la Liguilla a La Franja 3-1. La Franja está por cuarta ocasión seguida en las finales del futbol mexicano.

El blanquiazul saltó a la grama del Cuauhtémoc lleno de aplomo, sin miedo y dispuesto a hacerle sentir los más de 2 mil metros sobre el nivel del mar a los del Pacífico para ahogarlos rápido. Aunque lo que asfixió a ese Kraken lila fue un gol tempranero de Diego de Buen.

Un tiro libre esquinado por izquierda bastó para comenzar a dejar sin aire a los mazatlecos. Apenas habían pasado tres minutos del duelo y La Franja ya lo ganaba encendiendo así a sus fanáticos, habidos de buenos resultados tras una segunda mitad de campaña para el olvido.

Quedará la duda de si Vikonis, arquero mazatleco, pudo o debió de hacer más para evitar el gol. Pero el mérito por el intento nadie se lo quita a De Buen, fino y listo para clavar el balón entre la barrera y el primer palo del guardameta.

Tras el gol, Mazatlán tampoco se amilanó y buscó, pero en dos ocasiones remató muy por encima; aunque eso apenas se trató de un aviso de sus capacidades. Mientras del otro costado del campo,

La Franja no perdonó en su segunda opción con Juan Pablo Segovia fungiendo como un auténtico ariete.

El zaguero aparecía desde atrás para llevarse a quien se le apareciera en frente y con la testa mandó a guardar un servicio nacido desde el tiro de esquina.
Justo ahí, Puebla se transformó y volvió a ser el equipo sobrado de la segunda mitad de la campaña. Sí, Mazatlán les apretó y nunca bajó los brazos; sin embargo, el local le dio vida al Kraken, aunque tal vez también lo hizo la lluvia en el dos veces mundialista.

Los visitantes sitiaron a Puebla en su arco, luego el azul y blanco tentó a la diosa fortuna tras fallar al tratar de despejar la de gajos de su área dejándosela a placer a Brian Rubio para permitirle a Mazatlán creer en la remontada logrando el 2-1.

El tanto llegaba con ocho minutos por jugar en la primera mitad y todo el segundo tiempo por delante. Aunque Marco Fabián no tenía la intención de esperar tanto, pero el poste o el estado del campo se lo negó.

Y es que el delantero se encontró con el esférico dentro del área con Silva vencido. Daba la impresión de que era más fácil meter la bola a la portería que al palo; no obstante, Fabián a la hora de la verdad resbaló por lo mojado de la cancha y acomodó el disparo al metal para devolverle así el alma a los más de 30 mil fanáticos en el Cuauhtémoc.

En la segunda mitad, Puebla siguió probando su suerte e intentando matar el duelo a la contra. Larcamón sólo refrescaba el XI, cuando la gente le pedía aguantar el resultado conservando la pelota; pero para afuera Cortizo, Parra y Aguilar por Mancuello, Barragán y dos hombres más para apuntalar la defensa con Lucas Maia y Emanuel Gularte.

Mazatlán siguió intentando, pero en más de una ocasión se equivocó en el último toque. Ni Sosa, entrando desde el banco, cambió la onza; tampoco Sansores o Zárate.

Todo esto con un hombre más en los últimos cinco minutos luego de una roja directa a Barragán, tras una fea entrada a Zárate.
El Kraken se ahogaba a la altura de Puebla. La Franja olía el pase, pero se quedaba cerca cuando sobre la hora Nico Vikonis de cabeza le daba a los suyos el empate milagroso para forzar los penales.

 

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