MARCO MONTOYA

Foto: Florent Gooden | Reuters

El Gran Premio de Miami le dejó un agridulce sabor de boca a Checo Pérez, el piloto mexicano se recuperó después de que a la mitad de la carrera tuviera problemas con su motor, pero al final no le alcanzó para lograr el podio a pesar de que afrontó las vueltas finales con neumáticos más frescos que Carlos Sainz, quien quedó en la tercera posición.

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Después de acechar al Ferrari cuando se reanudó la competencia, el mexicano decidió lanzar su embestida en el giro número 50. Sergio fue con todo en la recta principal y logró superar a Sainz antes de la primera curva, pero frenó demasiado tarde y se siguió de largo en una arriesgada movida.

Checo todavía tenía siete vueltas por delante, aun así, decidió tomar el riesgo pronto y al fallar perdió toda aspiración de conseguir su tercer podio de la temporada.

La diferencia entre el Red Bull y el Ferrari llegó a ser de menos de un segundo, diferencia suficiente para que Pérez pudiera intentar un rebase, pero al descuidarse, Sainz se le escapó hasta casi un segundo y medio de diferencia.

Checo ya no fue amenaza para Sainz en la recta final de la carrera y toda la atención pasó a ser el duelo entre Max Verstappen y Charles Leclerc.

Sergio señaló a su unidad de potencia como la responsable de que no pudiera conseguir el podio. Ahora buscará su revancha dentro de dos semanas cuando se corra el Gran Premio de España.

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