DAVID BARRERA SALINAS

FOTO: RAMÓN ROMERO

La noche lucía distinta, desde temprano, el estacionamiento de la Arena México estaba lleno, no entraba un auto más, la afición optaba por conseguir lugar a las afueras del recinto, el cual rebasaba los $200 y era escaso. Situación que no importaba, pues todos ansiaban por festejar los 66 años del lugar en dicho recinto. Las filas para entrar eran largas, la espera se hacía agonía por la ansiedad de todos de recorrer sus pasillos e instalarse en su butaca para vivir una noche mágica.

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A los fanáticos de la lucha libre los recibió el mural espectacular, esplendoroso, iluminado cómo cada noche de lucha, de principio a fin, esa obra maestra de Miguel Valverde que nos narra la historia de la lucha libre en México, que roba miradas de los turistas, saca sonrisas y sirve de modelo para las fotografías. Ahí estaba, en la antesala de las butacas que poco a poco se llenaban de euforia, por la gente que entraba sin cesar incluso ya con la función iniciada.

La función avanzaba, cada lucha levantaba más la emoción de los presentes, algunos aplaudían y otros abucheaban, pero esos abucheos raros. La afición se unificó en el sonoro grito de “Cu…”, cuando Averno y Mephisto no dejaban luchar a Último Guerrero, interviniendo en sus llaves y castigando juntos a su rival. Averno se encaraba con un par de aficionados, desde el ring, los veía y les decía con señas y con gritos “tú me la pe…”. La lucha subió tanto de tono que al final de su combate Averno y Guerrero se retaron por sus cabelleras.

Así fluía la función, con el calor de la gente que se acababa las cervezas del vendedor que apenas y podía con tantos pedidos que tenía. Corría de una lado a otro en busca del líquido sagrado para quienes lo bebían.

Los videos previos a la llegada de los luchadores, prendían a la gente, que comenzaba a corear el nombre de su gladiador favorito. La noche sería mágica para cualquiera de los tres que ganará el campeonato universal. Cuando Místico llegó, todos sacaron su celular para inmortalizar en un video la entrada del ídolo de las multitudes. Titan, con espectacular lucha, como siempre, eliminó a Templario y enfrentó al Rey de Playa y Oro en la final.

Durante ésta, la ola entre las gradas apareció, levantandonos a todos, pues es esa responsabilidad humana que debemos asumir. La algarabía era máxima entre todos, la lucha era sensacional, no había lugar para el descanso, al final, Místico, cómo siempre, con la mística, cómo siempre se llevó el título en el aniversario 66 de la Arena México. El público, agradeció la lucha aventando dinero al ring, en forma de homenaje hacia los gladiadores. Total, es quincena.

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