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Mira

20, febrero 2022 - 17:49

┃ Rubén Beristáin

Toluca

RUBÉN BERISTÁIN |ENVIADOS

FOTOS: LUIS GARDUÑO

Toluca.- El festejo en casa tuvo que esperar. Los Diablos Rojos cumplieron 105 años de existencia hace una semana, pero jugaron de visita. El calendario nos los benefició y aunque ganaron a domicilio en San Luis, la verdadera celebración fue en el Infierno, ayer domingo, cuando recibieron a Cruz Azul en la sexta fecha del Clausura 2022.

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El horario usual de las 12 del día cambió. El incesante calor que puede sentirse en ese momento fue distinto por lo agradable de un atardecer, sin embargo, la afición choricera fue la que se encargó de prender el Infierno.

Una fecha tan significativa no pasó desapercibida en el estado de México. El estadio Nemesio Díez abrió al 80% de su capacidad por las medidas sanitarias en la entidad, sin embargo, el inmueble estuvo repleto a esa cantidad de público permitido.

 

La fiesta roja comenzó desde muy temprano. Desde tres horas antes del comienzo del juego, los fanáticos se juntaron en una tienda de conveniencia, a un poco menos de un kilómetro de distancia. Desde ese punto organizaron una caravana. El ambiente fue espectacular. Todo se pintó de escarlata. Desde los escupe fuego, que fueron los que iban hasta al frente, hasta los que iban pintados, con máscaras de demonio y hasta con bombas de humo, banderas y telones que adornaron algunas calles de la Avenida José María Morelos. Entre cánticos y un aliento sin igual, fue como dieron el primer golpe en su territorio, sobre todo una muestra de ese apoyo incondicional al conjunto dirigido por Ignacio Ambriz.

 

LOS CELESTES NO SE QUEDARON ATRÁS

A la afición de Cruz Azul se le vio más dispersa, pero también lograron meter un gran número de aficionados. La mayor prueba se dio cuando llegó el equipo a la Bombonera. El famoso “azul, azul”, se escuchó con fuerza, incluso por encima de los silbidos escarlatas. A pesar de la reestructuración que vivió el conjunto cementero y la polémica en la que ha estado envuelto recientemente, sus aficionados son fieles y viajan a donde quiera que jueguen. Una vez más quedó demostrado.

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