KAREN MORÁN 

FOTO: BRANDON MALONE | AFP

Luego de la dura batalla ante Shapovalov, Carlos Moyá, entrenador de Nadal, aseguró que “ni en el escenario más optimista” se colocaba al español en las semifinales del Australian Open, sin embargo su pupilo ya llegó mucho más allá. Rafa aniquiló al italiano Matteo Berretini en cuatro sets para calificar a su sexta final en Australia;  ahora solo le resta un partido para llegar al título 21 de Grand Slam que lo coloque como el más ganador de la historia.

Lo que comenzó como un paseo para el español se convirtió en una dura batalla a partir del tercer episodio. Los primeros dos parciales fueron sin problema para Rafa pues movió la bola por toda las pista y simplemente no permitió la reacción de Berrettini, quien más allá del juegio de Nadal, no encontraba la manera de jugar una de sus armas poderosas: el servicio.

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Cuando el italiano encontró la fórmula es que puso en aprietos a Rafa, en el tercer episodio por fin pudo quebrar un servicio del español, lo que le bastó para poner la pizarra 6-3 y conseguir así un respiro que lo puso de vuelta en el juego. Pero la ilusión duró poco, pues pese a que peleó, Nadal le regresó la dosis en el cuarto y puso el 6-2,6-2, 3-6 y 6-3 que lo colocó en su sexta final del Australian Open.

Tras dos horas con 55 minutos de juego, 5 aces, 73% de efectividad en su primer servicio y rompimientos Rafa consiguió su cita con la historia.

“Significa todo para mí estar en otra final. No pienso más allá que en ganar el Abierto de Australia”, dijo el número cinco que espera rival del duelo entre Daniil Medvedev y Stefanos Tsitsipas. 

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