Fotos: Oswaldo Figueroa

La pasión de la familia de Bengalee es el futbol, incluso, la luchadora llegó a jugar a nivel preparatoria, pero el deporte que la enamoró fue la lucha libre y decidió aventurarse en la búsqueda de ser una gran estrella, lo hizo incluso cuando nadie en casa la apoyó en sus sueños, compartió en charla con ESTO.

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“A mi familia, no le gusta la lucha libre, hasta ahora creo que tengo su apoyo, pero cuando empecé mi familia me decía que estaba loca. De niña me llamaba la atención la lucha libre, creo que he sido una chica que desde muy niñas me gustaron los deportes fuertes. Llegué a jugar futbol, practiqué karate, box. En la familia, el fuerte es el futbol y yo abandoné el futbol por la lucha libre”, expresó durante la entrevista.

La calidad de la gladiadora en la cancha era indiscutible, jugaba en la última línea e incluso le ofrecieron una beca que no aceptó por amor a la preparatoria en la que estudiaba en su natal Tampico.

“Era defensa central o lateral derecha. Sinceramente me da gusto porque con la preparatoria en la que estuve represente a la escuela y me ofrecieron una beca en otra preparatoria, pero no la acepté porque traía la camisa bien puesta y ya estaba a nada de terminar. Fue una parte muy emocionante, a veces le digo a mi esposo que me dan ganas de regresar a jugar”, relató.

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En la actualidad, Bengalee tiene muchas ganas de volver a jugar futbol, sabe que hacerlo de forma profesional sería complicado, pero sí puede acomodar sus tiempos para al menos practicarlo, algo que la ayudará a mejorar su rendimiento físico.

“Yo creo que sí se puede, buscando tiempos. Se dificulta un poco cuando eres madre de familia, eso sí te mueve. Ahorita con la lucha libre, ir al gimnasio, tener buen entrenamiento, salir a correr es vital. Agregar algo más sí me gustaría, no creo que sea tan difícil, aunque a veces los tiempos son complicados”, comentó.

La carrera de Bengalee ha ido en franco ascenso y la prueba es que recientemente ganó la máscara de Tortuga Leo en un evento de la Arena Naucalpan, algo que describió como una gran experiencia.

“Mi meta fue quitarle la máscara, no fue así, cuando ves que teníamos 60 segundos para salir y cada uno busca su salida. La lucha fue dura, los hombres no nos hicieron menos, también nos agarraban, no había limitación, pero se va dando hasta el punto en que Satania me dice: vámonos, te ayudo. Yo inocente, me ayuda y me hace un castigo, me deja adentro”, relató emocionada.

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“Volteo y estaban subiendo con los otros compañeros, veo a Tortuga que también lo habían bajado. Aproveché para hacerle un Canadian Destroyer y cuando volteo, las esquinas tapadas y salirse por en medio es complicado porque no te cabe la bota, me atoré estando arriba, tenías que llegar hasta abajo del piso para poder salvar tu máscara, iba en las cuerdas cuando quedaban unos 10 segundos, hasta pensé en aventarme desde donde estaba. Tortuga Leo también estaba intentando subir, al momento que él va bajando yo llego y él queda en la tercera cuerda más o menos, fue algo que no me esperaba, yo hasta quería llorar porque estuve a punto de perder”, describió.

La luchadora tampiqueña aceptó que las reglas de la contienda la ayudaron a salir avante, sabe que la fuerza de un hombre es mucho mayor para ponerse al tú por tú.

“Siendo franca, ponerme al tú por tú con un hombre es una variación de fuerza, fueron minutos de astucia y supervivencia, eso me dio un poco de tiempo para salir libre sin que me intentaran tirar”, sentenció.

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