Un “Ángel” y un “Emperador” buscan guiar a sus respectivos equipos hacia la cumbre. Son Ángel Mena y Julio Furch, los hombres a seguir en la gran final de vuelta entre León y Atlas. Posiciones y condiciones distintas, pero ambos referentes indiscutidos de sus clubes.

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De un lado, el ecuatoriano que suele desempeñarse como volante por derecha, aunque con un constante arribo hasta zona de definición, y del otro, el argentino que es el típico nueve que goza de buena presencia física y dentro del área es letal. Desde su llegada a tierras esmeraldas, hace un par de años, Mena se ha encargado de la cuota goleadora de La Fiera, siendo incluso el máximo artillero del Clausura 2019.

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En cinco torneos, el oriundo de Guayas contabiliza un total de 61 anotaciones, 56 de esas en partidos de liga, colocándose ya como el octavo en la lista de históricos romperredes del León. Con todo y eso, el mediocampista de 33 años viene de tener su fase regular más discreta con una cosecha de apenas cuatro dianas, sin embargo, en lo que va de cinco encuentros de la liguilla, la historia ha sido totalmente diferente tras encajarle dos al Puebla, igual número a Tigres y otro par a los rojinegros.

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Por su parte, en cuestión de pocos meses, Furch se ha transformado en el referente ofensivo de los Zorros, pese a vivir un Guard1anes 2021 donde una lesión lo limitó a poco más de 100 minutos de participación. Para esta campaña, la suerte le sonrió al ex de Veracruz y Santos, marcando hasta nueve tantos en 22 compromisos.

El pampero se ha tomado un segundo aire bajo las órdenes de su paisano Diego Cocca y ha conformado un ataque bastante productivo junto al colombiano Julián Quiñones. La nueva versión de Furch ha mostrado mayor sacrificio, más decisión y una entera identificación con la escuadra rojinegra. Al menos en el papel, parte de las esperanzas que tienen León y Atlas por ser campeones pasarán por los botines de estos dos. Uno será héroe, el otro irá a casa sin nada.

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