Jorge Briones | Enviado

Foto: Oswaldo Figueroa | Enviado

Tradicionalmente México le sienta bien a las tenistas españolas, y en especial a Garbiñe Muguruza que ya sabe lo que es coronarse en dos oportunidades en el Abierto de Monterrey.

Ahora, a cerca de 800 kilómetros de distancia, la ex número uno del mundo logró instalarse en las semifinales del “Torneo de Maestras” tras cerrar su participación de manera impecable en el Grupo Teotihuacán.

Obligada al triunfo para acceder a la siguiente ronda, Muguruza se impuso en sets corridos con parciales de 6-4 y 6-4 a la estonia Anett Kontaveit, quien ya se encontraba calificada y como líder del sector.

Apenas un par de semanas después de su enfrentamiento en Moscú, la sexta y octava preclasificada de las WTA Finals midieron fuerzas ante un estadio Akron con cerca del 80% de su capacidad, y la favorita del público sacó la mejor parte.

Desde el Día 1, los aficionados mexicanos han puesto a Muguruza como su consentida, con todo y que enfrente tenía a la sensación de la parte final de la temporada en el circuito femenil.

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Kontaveit fue una sombra de la jugadora que dominó a las checas Barbora Krejcikova y Karolina Pliskova, y ya con el boleto a las semifinales se relajó facilitándole el trabajo a la jugadora nacida en Venezuela.

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La pupila de Conchita Martínez hizo efectivas dos de las seis oportunidades de quiebre que generó durante la contienda, y basada en el 81% de efectividad que tuvo con el primer servicio salió airosa de la fase de grupos.

Ahora ya está entre las mejores del torneo, instancia a la que también accedió por el otro lado su compatriota Paula Badosa. Las españolas siguen de pie en Guadalajara.

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