Marco Montoya

Foto: Luis Garduño

El llamado para la afición era a vestirse de color verde, sin embargo, de última hora los planes cambiaron por los tres tonos emblema de México, el verde, blanco y rojo se presentó en los 4.3 kilómetros del asfalto durante el Gran Premio por una causa, impulsar a Sergio Pérez en su lucha por la victoria o el podio.

GP de México: La ovación del Autódromo Hermanos Rodríguez a Checo Pérez | VIDEO

Si hay una zona que diferencia al Autódromo Hermanos Rodríguez de las demás pistas que pisa el campeonato de la Fórmula 1, es la del Foro Sol. El inmueble se entregó al ídolo nacional, por unas horas, la indumentaria azul de Red Bull se quedó debajo de las casacas para lucir el tricolor en las tribunas.

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Cuando todavía estaban las categorías previas a la carrera, el ‘ole, ole, Checo’ ya retumbaba, el sonido se escuchó incluso en el área de Paddock donde se encontraba el tapatío.
El momento de aparecer frente a las más de 100 mil personas llegó en el desfile de pilotos celebrado un par de horas antes de la competencia. En cada metro cuadrado del circuito los asistentes se entregaron al héroe local.

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Como lo hizo a lo largo de la semana, el jalisciense se tomó un tiempo para mandarle un mensaje a sus seguidores, a pesar de la tensión por obtener un buen resultado, siempre tuvo tiempo para su gente.

Sombreros charros, máscaras de luchador, disfraces, carteles, el folclor inundó el asfalto mexicano. Desde que la categoría reina volvió en 2015, el apoyo a Pérez ha sido colosal, pero ahora, tras más de 700 días del último GP y con un piloto que es protagonista, la Ciudad Deportiva se entregó como nunca antes.

Las banderas mexicanas no podían faltar, pero también hubo de países como Costa Rica, Finlandia e, incluso, Países Bajos. Durante el desfile de pilotos, un sector aprovechó cuando Max Verstappen pasó frente a ellos para relucir una bandera con el emblema del neerlandés, el humo naranja también relució.

Checo se llevó el apoyo masivo, pero en algunos resquicios se mostraron hinchas de ‘Mad Max’. Valtteri Bottas también se ganó el cariño de la fanaticada. De Ferrari se presentó un puñado de tifosi.

A pesar de que los animadores trataron de encender el ambiente, la tensión de la carrera ya prevalecía en las gradas, sólo el banderazo inicial podía detonar el júbilo.

Los monoplazas comenzaron a formarse, Pérez dio un par de vueltas de calentamiento y recibió el último aliento antes de que se apagaran las luces.

Sonó el Himno Nacional, las miles de banderas ondearon en las tribunas y una cargada por un helicóptero se impuso en el aire. Aviones del Ejército Mexicano pintaron el cielo de la recta principal de los colores patrios. La espera terminó, se encendieron los motores, se apagaron las luces y el Gran Premio de México se largó al grito de ¡Vamos Checo!

BUSCAN POR DOQUIER

Quedarse sin boleto para el Gran Premio de México no impidió que algunos aficionados trataran de ver gratis la carrera. Por la entrada cercana al Palacio de los Deportes, hubo quienes subieron a puentes o trataron de ver a través de huecos de las escaleras, aunque sea un pedazo de la pista aspiraron a observar.

HUBO REVENTA

Como suele ocurrir en los grandes eventos, a las afueras del AHR la reventa estuvo a la vista de todos, una entrada en la zona del Foro Sol tenía costo de entre 15 y 20 mil pesos, su precio original era de 6 a 9 mil.

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