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8, octubre 2021 - 8:00

┃ Álvaro Zaldaña

Jorge Orozco en Tokio 2020

ÁLVARO ZALDAÑA

FOTO: JORGE MARTÍNEZ | MEXSPORT

Jorge Orozco, cuarto lugar en Tokio 2020, comenzó en el tiro deportivo a los siete años y se volvió profesional a los 11 por influencia de su padre, Martín Orozco, quién dentro de la rama no olímpica de la disciplina fue cuatro veces campeón del mundo y obtuvo 500 primeros lugares en diferentes torneos.

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El camino a los Juegos Olímpicos no fue sencillo. El nacido en Jalisco precisó que como a muchos atletas nacionales, el apoyo del gobierno es insuficiente, tanto que fue su padre quien lo apoyó con la mayoría de los costos.

“De mi 100 por ciento que costó mi ciclo olímpico, el gobierno, sector privado y patrocinadores sólo me apoyaron con 40 por ciento como máximo. El resto salió de la bolsa de mi padre, mía, familiares y personas que quisieron ayudar”, comentó para el Diario de los Deportistas.

El deporte de Jorge no es barato. En sus palabras, pensar que se puede vivir de lo que deja el tiro deportivo en México en un inicio es prácticamente imposible. Esto por la falta de ayuda, de infraestructura y de las herramientas que se necesitan.

Tan sólo la escopeta con la que compitió en Tokio y que él asegura “no es la mejor” tiene un costo aproximado de 160 mil pesos. A eso hay que añadirle costo por cartuchos, discos, lentes, chaleco, mantenimiento del arma y gastos básicos de traslado a competencias.

Jorge es claro: “no hay ni una sola escuela para practicar tiro deportivo en el país”, pero para los que buscan introducirse en la disciplina pueden convertirse en sus alumnos y entrenar en el Club Cinegético Jalisciense, que es dónde él práctica.

“Cuando alguien se acerca me aseguro de que tengan lo necesario. Dónde pueden conseguir su equipo, su permiso de PETA que es el permiso extraordinario de trasportación de arma que es el único que se la otorga a civiles. Debes tenerla guardada y descargada y claro, queda prohibido utilizarla. Son trámites muy tardados, que si queremos que el tiro crezca en México se deben optimizar”, señaló.

Orozco apuntó al gobierno como responsable de que se estigmatice a los deportes con armas de fuego. “Lo que quiere el gobierno es desarmar a la población y es lamentable. Porque no ellos no pueden cuidarnos a todos y no tienen la infraestructura para que lo hagan. Lo ideal es que la población sepa cómo cuidarse y defenderse. No que hagan justicia por su mano, pero que sepan cómo”.

Para muchos, que el tiro deportivo sea un deporte que requiere armas de fuego de alto calibre representa un riesgo latente. Aunque para Orozco esos señalamientos son a causa de lo que se difunde en rede sociales.

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“Mucho de eso va referente a mitos y videos de Youtube. Porque la gente no tiene nadie que le explique y es bien sencillo: técnica y seguridad. Que la gente entienda qué puede y que no con el manejo de armas aquí un el cualquier país”, aseguró.

Jorge entiende bien la polémica con la que carga su deporte. Aunque recalca que el tiro deporte tiene un índice de incidente de bajo a nulo. Esto se logra con apoyo de expertos que tienen todo controlado, además de ejercicios paulatinos físicos y psicológicos.

No hay que demeritar el cuarto lugar

La participación de Jorge Orozco en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 dejó un grato sabor de boca al competir al máximo nivel contra los mejores especialistas del mundo en el tiro deportivo. A pesar de que en el último momento se le escapó la gloria de las medallas, el mexicano quedó satisfecho con su participación.

A eso íbamos, era el objetivo. Nos quedamos a un pasito de las medallas, pero no pasa nada. Son mis primeros Juegos Olímpicos entonces preocupado no estoy”, comentó para ESTO.

No niega los errores que lo dejaron sin medalla: “Yo sé perfectamente en qué fallé. Lo identifiqué y lo corregí, pero ya había dejado escapar muchos puntos. Sólo aceptar que pasó, no puedo frustrarme por ello, me toca trabajar para que no me vuelva a pasar”.

El tirador de tan sólo 21 años se quedó a un punto de acceder a la disputa por las preseas en la modalidad de fosa. Reconoce que es “algo único, a mi edad no cualquiera se va a aventar esta chamba de estar entrenando todos los días ni prepararse para grandes eventos. Pero sí vale la pena, sirve de inspiración para las personas que ven a 21 años ya llegué a Juegos Olímpicos”, señaló

Acerca de la constante crítica popular sobre el ‘sólo’ conseguir un cuarto lugar en los Juegos Olímpicos y no conseguir medalla, Orozco fue certero.

“El sólo llegar a unos Juegos Olímpicos ya es un logro. Para los que nos quedamos a punto de medalla pues ya es circunstancial, así es el deporte. La gente no ve el trabajo que hay detrás, ellos piensan que nos dan todo, que nos apoyan en todo y vamos de paseo, pero no es así. Nosotros entrenamos todo el día, pero también somo humanos. El deportista mexicano se sustenta con lo que tiene. Cada vez hay menos apoyo por la corrupción”.

“Si los mexicanos tuviéramos la mitad del apoyo que tienen los estadounidenses o los europeos seríamos potencia mundial. Así de claro”, aseguró.

Los videojuegos, su otra pasión

Cuando no está entrenando, el tirador disfruta su tiempo libre jugando videojuegos de disparos en primera persona como Call of Duty y Halo, así también como los de multijugador de arena de batallas que tienen como estandarte a League of Legends. Aunque si debe inclinarse por su favorito, ese sería Borderlands 2, al que asegura le invertido más 10 mil horas.

No se detiene en jugarlos, también gustaría formar parte del análisis profesional de las competiciones de LOL.

“Estoy viendo uno que otro proyecto con otros grupos de medios para hacer difusión y eventos internacionales de e-Sports. Es algo que me divierte mucho y lo disfruto. Sólo hay que tener cuidado con la comunidad porque a veces sí es muy tóxica”, finalizó entre risas.

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