Miguel Ángel Mujica

Fotos: Erik Estrella

La motivación previo al Clásico llegó para Chivas. Guadalajara, con muchos lapsos de nulo futbol, encontró oro en una pared entre Calderón y Angulo. El Canelo cruzó a Ustari y le inyectó fortaleza a un Rebaño que lo necesitaba.

El 1-0 en el Akron frente a Pachuca no fue el mejor encuentro de los rojiblancos. Su estilo sigue sin definirse, aunque, por primera vez en el torneo, ganó en una jornada en la que América no lo hizo, justo previo al partido con la máxima rivalidad del país.

Guadalajara parece listo para el Clásico, o al menos el gol de Angulo así lo maquilla.

El Akron recibió a sus Chivas de nueva cuenta con la esperanza de ver algo distinto a lo del fin de semana pasado ante Pumas. Por lo pronto, Vucetich confirmó lo del último entrenamiento. La línea de cinco fue su estructura. Brizuela como carrilero derecho, Tiba Sepúlveda, Pollo Briseño y Olivas como centrales, mientras que Mayorga completaba la zaga. Los contenciones fueron Torres y Molina. Canelo Angulo partió como falso nueve, mientras que Charal Cisneros y el Brujo Antuna recorrían por bandas.

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Pachuca no salió tan lúcido. Guzmán y Avilés chocaron fortísimo, pero ambos pudieron continuar. Pezzolano hizo cuatro sustituciones respecto a la caída con Toluca. Ibáñez, Chávez, Herrera y Catalán se fueron a la banca. De la Rosa, Figueroa, Guzmán y Murillo tomaron sus lugares.

Tras la sacudida entre Hurtado y el Pocho, Pachuca mostró mejor futbol. Álvarez y Moreno aprovecharon las bandas para abrirle espacios a Érick Sánchez. El canterano tuvo la primera, Gudiño tapó el disparo que iba al ángulo.

Los Tuzos siguieron confiados. De la Rosa escapó y definió. El asistente esperó a que terminara todo para ahogar el grito del hidalguense con su bandera.

Chivas no reaccionó. Pachuca fue mejor y Cabral lo de mostró con un testarazo que le costó controlar a Gudiño.

Un tibio disparo de Angulo animó al respetable. Olivas fue otro que estuvo cerca. Luis cabeceó sin dirección, y aunque Molina se tiró para alcanzar el balón, todo se perdió en línea de fondo.

Pachuca tuvo la más peligrosa. De la Rosa escapó de nuevo. Olivas lo quiso frenar, una barrida evitó el gol hidalguense.
La gente en el redil se levantó. “¡Fuera Vuce, Fuera Vuce!” retumbó, mientras el sonido local intentó mermar los gritos de la gente sin éxito. El descanso llegó, los abucheos acompañaron al Rebaño al vestidor.

Vucetich movió sus piezas al descanso. Oribe Peralta tuvo minutos desde el arranque del complemento. Hermosa fue la oportunidad que Antuna le generó al ex del América. Oribe quiso rematar, pero terminó, increíblemente, echándola a un costado.
Lo poco que ofreció Chivas hizo pensar a Pezzolano. Ibáñez e Ibarra fueron al campo.

La batalla cayó en un letargo que los postes amenizaron. Guzmán le pegó, con un desvío en la zaga, el larguero salvó al Rebaño y por si fuera poco, Álvarez pisó área… el palo le negó la anotación. ¡Se salvó Chivas!

El Rey Midas siguió con los movimientos. Chicote Calderón, Nene Beltrán y Chapito Sánchez fue lo mejor que vio en su banca. El técnico los llamó con urgencia, mientras el respetable le recordaba a Matías Almeyda.

Chivas no dejó de pelear. Angulo y el Chicote tuvieron la llave. El Canelo se la dio a Calderón. De la chistera, Cristian sacó un taco preciso que Jesús no desperdició. Ante Ustari y un Cabral agotado, la red se movió con un disparo cruzado. ¡Gol de Chivas!

Los reclamos quedaron en el unísono. El Rebaño y su gente se hicieron uno mismo. Sepúlveda robó todo, Beltrán silenció el medio campo Tuzo y Gudiño le dio la calma necesaria al rojiblanco.

No hubo más, el Clásico está a la vuelta de la esquina y a diferencia de su máximo rival, el Guadalajara llegará con un triunfo que le inyecta motivación.

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