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Irreal. Sorprendente. Mucha soberbia. Todo se juntó para que Cruz Azul decepcionara en su debut en la Liga de Campeones de Concacaf, el Arcahaie, un equipo semiprofesional, sin valor económico y sin jugar en su estadio, les sacó un empate sin anotaciones. La cascada de goles que se pronosticó no llegó. Cruz Azul no quiso jugar o pensó que en cualquier instante era capaz de hacerle daño al humilde equipo haitiano, pero no sucedió.

En el juego de regreso en el estadio Azteca lo más seguro es que los goles aparezcan y la Máquina avance, pero lo hecho en República Dominicana, fue gris. De paso, se evidenció que hay jugadores que no están en un nivel aceptable.

El equipo de Haití tuvo todo en contra. Los caribeños no jugaron en su estadio debido a un castigo que les puso la FIFA. Eso obligó a los haitianos a desplazarse al estadio olímpico Félix Sánchez en República Dominicana.

Juan Reynoso no llevó a sus mejores jugadores. No lo creyó necesario. El rival no representó gran peligro o eso pensó.

En el campo estuvieron elementos como Andrés Gudiño, Jaiber Jiménez, Alexis Peña, Misael Domínguez, Alexis Gutiérrez, Josué Reyes, Walter Montoya y Elías Hernández. Es decir. Los habituales no fueron requeridos. Rafael Baca fue el único jugador de los titulares que apareció en la cancha.

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La Máquina no carburó. No quiso o no pudo. El primer tiro a la portería sucedió hasta el minuto 20. Elías Hernández le pegó de volea a un balón, pero el disparo salió a las manos de Gooly Elien.

Elías era uno de los jugadores que tuvo que aprovechar el espacio para recuperar la titularidad, pero sus dribles fueron pocos. Walter Montoya y Misael Domínguez tampoco pudieron, nadie despuntó. Santiago Giménez sufrió adelante sin tener balones que rematar.El Arcahie notó que el vendaval azul que se pronosticó fue un mito. Eso les dio confianza y comenzaron a ir para adelante.

Andrés Gudiño tuvo una noche cómoda, los haitianos no lo exigieron, pero para ellos el hecho de que la Máquina no les hiciera daño era bueno.
De forma increíble, contra todos los pronósticos, Cruz Azul no pudo marcarle al Arcahie, ni muchos tiros registraron.

Juan Reynoso debió hablar fuerte en el vestuario, lo hecho por el cuadro cementero no era lo esperado.

La Máquina tomó potencia. Misael Domínguez y Walter Montoya dispararon a la portería, pero sin ser certeros.

Fueron algunos minutos de dominio celeste, luego, lo mismo, un juego trabado y con muchos pases errados.

Reynoso sacó al Shaggy Martínez y a Rafael Baca, los que ingresaron fueron Adrián Aldrete y Yoshimar Yotún. El técnico peruano buscó refrescar el campo y sacudir a los que estaban adentro.

El juego entró en una etapa complicada. Los haitianos comenzaron a pegar y a llevarse tarjetas amarillas. Elías Hernández y Santiago Giménez recibieron patadas peligrosas. Ese no le gusto a Reynoso, incluso pidió cartones de otro tono.

Arcahaie también movió piezas. El empate sin anotaciones era un triunfo para ellos. Soportar los pocos ataques de la Máquina fue su juego.
Un descuido de Yoshimar Yotún pudo ser catastrófico, el volante dejó pasar un balón al área, Fabrice Latortue tiró, pero Adrián Aldrete llegó a bloquear el disparo.

Enseguida Reynoso le abrió espacios a la cantera. Rodrigo Huescas y Pedro Pacheco entraron a correr y a buscar el tanto esperado.

Pacheco estuvo activo, el joven celeste se aventó de palomita en el área, le cometieron juego peligroso, pero no se marcó la falta. El trabajo del árbitro Kimbell Ward fue de regular a malo. El tiempo se consumió. Cruz Azul no quiso o no pudo, lo cierto es que en Concacaf quedaron a deber. Un 0-0 criticable.

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