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29, enero 2021 - 8:00

┃ Brian Sales

Jeronimo y Lucia

La historia de Lucía y Jerónimo Rodríguez es única en el futbol mexicano. Aunque se retrasó, ahora defienden al primer equipo femenil y varonil, respectivamente. Cuando Jerónimo volvió de Oviedo, Lucía se fue a Monterrey. Hoy, sus caminos se juntan en la misma institución para defender la posición de lateral por izquierda. Ambos futbolistas, ambos de la misma edad y de la misma posición. Para ella, no fue sino hasta hace algunos meses cuando se percataron de la historia que escribieron al estar presentes en la última final de la Liga MX y la Liga Femenil.

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“Ni nosotros nos dimos cuenta de lo que habíamos logrado por estar en la Final. Es mérito nuestro y de toda nuestra familia. Ahorita, por fortuna, nos toca estar de nuevo en Pumas. Nos caracterizamos por ese amor a Pumas. Es lo que queremos transmitir y dar a notar”, mencionó.

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No siempre estuvieron juntos. Entre Estados Unidos y España, Jerónimo fue el que más abandonó la casa con tal de poder cumplir sus sueños. Y cuando le tocó volver, ella tuvo que dejar la casa para irse a vivir sola a Monterrey. Hoy, que ambos se reencuentran en una cierta estabilidad, Lucía ve aún más sorprendente la relación que tiene con su hermano.

“La fortalecimos mucho en la medida en la que nos alejamos. Ahí fue donde nos hicimos más fuertes en el tema del futbol. En la parte de la vida, siempre la relación fue muy apegada. Siempre hicimos todo juntos, hasta el mismo círculo de amigos y la misma escuela. Esa parte siempre la llevamos bien”, aceptó.

Jerónimo, por su parte, fue el que primero tomó la posición de lateral por izquierda. Aceptó que sus inicios fueron en otra zona del campo, pero su trayectoria y algunos entrenadores que los marcaron durante su vida, fueron los culpables de que hoy, ambos sean defensores por la parcela zurda.

“Creo que ninguno de los dos escogió la posición. Fue un poco el juego y nuestros delanteros. Siempre de chiquitos jugamos de volantes, o por el centro. Si no me equivoco, Israel López me puso de lateral izquierdo en la Sub-17. Es raro que los dos estemos ahí”, admitió.

Jerónimo ve en su hermana como su mejor cómplice para lograr absorber una crítica negativa. Ella, desde su perspectiva de familiar, y futbolista de la misma posición, lo corrige y le dice en qué puntos puede mejorar. También es al revés, él la retroalimenta y todo queda entre dos cómplices que hoy viven el sueño de defender la camiseta de los representativos más importantes de Pumas.

“Cae en gracia, porque creemos que es un poco anormal, algo raro. Estamos felices todos en la familia. Ojalá los dos tengamos la mayor cantidad de minutos. Eso ayuda para poder trabajar de la mano y mejorar cosas que necesitamos. Muchas veces, por ejemplo, me cuesta acercarme a alguien y que no me afecte lo que me diga. Con ella lo puedo hacer. Venimos siempre en el coche y siempre me comenta cosas. Es una plática muy directa y no me afecta, porque sé que lo hace con toda la intención de apoyar. Es algo raro, pero es muy positivo. Nos encontramos en situaciones muy similares”, comentó.

“No hay nadie como él o como yo que entienda lo que vivimos. Se vuelve muy similar. Eso siempre hacemos. Después de cada partido, ya sea con triunfo o derrota, pero comentamos cosas buenas y cosas malas. De vez en cuando vemos los partidos y nos aportamos. Esa parte sí nos ayuda y son opiniones objetivas. Acá llegamos a ser duros, y es lo que más nos funciona”, cierra Lucía respecto a su retroalimentación.

Inculcaron el futbol en la familia

Lucía y Jerónimo Rodríguez se criaron en una familia no tan adepta al futbol. Sin embargo, sus sueños y con perseverancia lograron algo que jamás hubieran pensado. Cuando ambos se volvieron profesionales, hicieron que los padres, tíos, tías, primos y primas se interesaran en el balompié y se empaparan de la realidad del Club Universidad.

“Mis tíos y mis primos le agarraron un gusto al futbol que antes no tenían. Ahora que estamos de lleno en esto, se interesan mucho y lo comentan en el grupo de la familia. Se vuelve un ambiente divertido, muy positivo. Este tipo de comentarios siempre serán cosas buenas y no hay nada negativo. Sin embargo, se vuelve padre la relación que tenemos los dos. Ellos vieron todo nuestro crecimiento. El hecho de que ellos lo vean, que ya cumplimos uno de nuestros sueños, eso lo vuelve especial”, comparte Lucía.

La femenil, en camino al título

Ahora con su mejor arranque de la historia desde su creación, Pumas Femenil sueña alto. Lucía Rodríguez, quien vivió un título y un subcampeonato, sabe como es el camino a la gloria. Para ella, ahorita van en el camino correcto y recalcó que el club cada vez hace mejor las cosas.

“Vamos en el camino correcto. El grupo, desde el día uno a hoy, hay un crecimiento notorio, tanto del cuerpo técnico, del club y de las jugadoras. No es coincidencia el arranque que ya tuvimos. Tenemos muy claras nuestras fortalezas y sobre la marcha las podemos mejorar. Todas nos superamos a raíz de que triunfamos. Claro que habrá errores y hay que trabajarlos. Veo a un equipo que puede pelear y que puede competir por el campeonato”, menciona.

Lucía confiesa que no le fue complicado adaptarse al equipo de Rayadas, pese a ser su primera experiencia fuera de casa. Aunque extraña todo lo que involucraba jugar en Monterrey, aceptó que es la persona más feliz por lograr regresar al Club Universidad.

“Siempre, desde el primer momento, supe que llegaba a un grupo muy abierto y que me iba a arropar desde el primer momento. Llegué a pensar que, al ser un grupo de tanto talento, se volvería muy complicado y que extrañaría. Fue todo lo contrario. Ahorita las extraño. No hay una persona más feliz de estar de nuevo en Pumas, pero nunca me costó adaptarme a ese grupo”, comenta.

Ella, como una de las fundadoras del equipo femenil y participante de la Copa Femenil del 2017, muestra su orgullo por el plantel y la franquicia que ahora se formó. Reconoce que le puede aportar demasiado a las nuevas generaciones tras su experiencia de éxito con Rayadas.

“Por fortuna me tocó ser de la primera camada de Pumas, de iniciar el torneo de Copa y formar el grupo que hasta ahora está. Al momento de estar en Rayadas, tuve mucho aprendizaje y madurez. Creo que le puedo aportar al equipo por lo que se logró allá y la gente con la que me entrené. Eso me da herramientas para estar en un grupo que conozco. Estoy feliz y convencida de que podemos llevar a cabo un buen torneo. Creo que podemos seguir sobre esta línea”, cerró.

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