18, octubre 2020 - 7:54
New Project (3)
A lo largo de estos meses de confinamiento mundial a consecuencia del Covid-19, muchas veces hemos escuchado la frase que apunta que las crisis son una oportunidad para crecer y para reinventarse. Una de las personas que pasó del dicho a los hechos es, amante de la fiesta brava quien aprovechó este periodo para crear una obra de arte: una maqueta de la Monumental Plaza de Toros México, misma que presentó en exclusiva para ESTO.
Esta será la cuarta creación de una maqueta de plaza de toros que realiza en un periodo de cinco años, luego que retomó una pasión que tuvo en su niñez y que dejó apartada de su vida por más de cuarenta años: “Cuando era niño, la vida en la Ciudad de México transcurría de manera muy diferente. Entonces, los domingos se acostumbraba a ir al mediodía al estadio de futbol y por la tarde a la plaza de toros. Mi papá me llevaba al futbol porque le iba al Necaxa, pero a mí me llamaba más atención ir a las corridas. Nos sentábamos en sol general y desde esas alturas me cautivaba ver a las cuadrillas de los toreros hacer el paseíllo”, relató Pepe Piña, rebosante de alegría.
Fue en su niñez cuando construyó la primera maqueta rudimentaria de una plaza de toros: “Tenía seis años-. Tomé el bastidor con el que mi mamá bordaba manteles, lo pinté de rojo con un pincel y las acuarelas de la escuela para convertirlo en la barrera, con las fichas de un dominó de mi papá que tenían el logotipo de la cerveza Superior, formé los burladeros. Le puse arena, además, los toreros fueron unos muñequitos de barro que me habían traído de Tlaquepaque y las cuadrillas unos bomberos de plástico. Cuando estuvo terminada me puse a narrar la corrida como si fuera Pepe Alameda”, relató.
Pepe Piña no pudo tener continuidad en sus habilidades artísticas: “Cuando entré a la secundaria, primero me tocó en el taller de mecánica, a pesar, que yo pedí el de Artes Plásticas, luego me cambié de plantel y entre al taller que pedí, pero cada vez que el maestro solicitaba un trabajo, yo se lo llevaba con motivos taurinos y a pesar que estaban bien hechos me reprobó una y otra vez”.
Tras haber terminado la preparatoria se dedicó a trabajar como empleado en un banco. Ya para entonces era un gran aficionado taurino: “Hay una fecha que jamás olvidaré: El 23 de diciembre de 1979, cuando Manolo Martínez realizó una de sus mejores faenas en la Plaza México, al bravo toro llamado Amoroso, de la ganadería San Miguel de Mimiahuápam, al que cuajó a placer en medio de la locura del público que estábamos en la plaza”. Llegó el tiempo que en la entidad bancaria lo liquidaron y se fue a vivir a Querétaro para poner un negocio de perfumería, donde, indicó: “Mi socio me robó todo el dinero y me quedé sin nada”.
Aquello sucedió hace cinco años, entonces un amigo lo convenció para que retomara su pasión por las plazas de toros: “Construí la maqueta de una plaza que yo generé en mi mente. Me llevó cinco meses hacerla. Creo que en lugar de una plaza me quedó un cortijo ¡ja, ja, ja! Sin embargo, por circunstancias de la vida se puso en exposición en la Asociación de Matadores. Ahí, alguien se empeñó en comprarla de inmediato. Además, la vieron los empresarios de la plaza de Acho, en Lima, Perú, y me encargaron que les hiciera dos”. La construcción de dichas maquetas fue de forma más profesional pues le hicieron llegar los planos del coso y fotografías.
Más adelante, lo llamó una persona de Guadalajara para solicitarle la elaboración de la maqueta de la plaza Nuevo Progreso, para lo cual Pepe acudió al lugar: “No la conocía y cuando llegué pensé: “¡Dios Mío, en qué me metí!”. Por fortuna me consiguieron los planos, tomé muchas fotografías y con eso la realicé y ahora luce en la casa de ese señor que me la encargó”.
De inmediato, consiguió que le dejaran tomar medidas y se puso en la mira elaborar la maqueta de la Monumental Plaza México, en la versión que lucía con los anuncios publicitarios de los años cincuenta. A lo largo del confinamiento por la pandemia, puso manos a la obra en jornadas de entre ocho y doce horas diarias. Ha invertido todos sus ahorros en materiales. Está por concluir la colocación de los personajes del callejón y el paseíllo en el ruedo, para poder hacer la presentación oficial de esta maqueta que aún no tiene dueño.
Nombre completo: José Antonio Piña Godínez.
Fecha de nacimiento: 16 de junio de 1967.
Lugar donde nació: Ciudad de México.
Antecedentes taurinos: Es sobrino nieto del matador Andrés Blando.
Estudios académicos: Preparatoria
Otros estudios: Canto, durante cuatro años.
Sus otras maquetas
En un lustro de actividades Pepe Piña ha realizado cuatro maquetas de plazas de toros. A saber: la primera que surgió de su imaginación; dos del coso de Acho, en Lima, Perú; y, la Nueva Progreso de Guadalajara, Jalisco.
Su primera maqueta como adulto fue una plaza de toros que realizó de forma empírica. La expuso hace cinco años y la vendió de inmediato.
Dos maquetas de la plaza de Acho, en Lima, Perú. Fue un pedido directo de los empresarios. La realizó en base a los planos y a fotografías que le hicieron llegar.
El coso Nuevo Progreso de Guadalajara, Jalisco. Pedido particular. Se basó en los planos e imágenes que tomó durante una visita.
El dato
La maqueta de la Monumental Plaza México, la está realizando por iniciativa propia con las medidas que tomó directamente en el inmueble de la capital del país.
La maqueta de la Plaza México tiene una base de 1.80 por 1.80 metros y una altura de 70 centímetros.
El doble del cantante Pepe Aguilar
Pepe Piña realiza otra actividad artística: interpreta música regional mexicana. Las canciones de mariachi son su debilidad y se dio la circunstancia que su personalidad es muy parecida a la del reconocido cantante Pepe Aguilar, por lo que, hace años decidió participar en un concurso de imitación en Televisa y aunque no lo ganó consiguió trabajo para seguir imitándolo en otros sitios.
“Fui a imitar a Pepe Aguilar, con fonomímica al programa Vida TV. Luego empecé a hacerlo cotidianamente, hasta que Francis me invitó a sumarme a su show de imitadores. Hice muchas giras por México y Estados Unidos e incluso tuve que tomar clases por cuatro años para aprender a cantar como él”, dijo Piña Godínez.
Considera que su interpretación es un homenaje para Pepe Aguilar: “Vino al palenque de Querétaro y por medio de una de sus coristas, nos conocimos. Fue un momento muy divertido y que llevaré con cariño toda mi vida”, terminó.
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