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4, octubre 2020 - 23:17

┃ Brian Sales

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Foto: Cortesía Club Tijuana

Una solución para el insomnio, así se puede describir la exhibición de Chivas y Xolos en la frontera. La jornada 13 cerró con un empate sin goles entre dos equipos que necesitaban la victoria para escalar en la tabla. Lo más interesante pasó en las bancas. Pablo Guede y su cuerpo técnico se encaró con sus similares del equipo de Chivas.

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Hubo manoteos, jalones de playera y empujones. No pasó a mayores y el árbitro justo silbó el final de la primera mitad, pero sin castigo para nadie. En el campo no hubo nada, apenas unos cuantos tiros de larga distancia, pero poco más, 0-0 final. Con la igualada, Chivas se mantiene en el octavo sitio, mientras que Tijuana se queda, por ahora, fuera de zona de reclasificación.

Durante los primeros minutos, Chivas salió con la ofensiva como bandera. Apenas los suplentes se acomodaron en la banca cuando Macías los hizo pararse de sus asientos privilegiados. Se llevó a dos zagueros de Xolos, probó desde afuera del área y exigió al máximo a Jonathan Orozco. El meta fronterizo tuvo que volar hacia su costado izquierdo para desviar el balón a tiro de esquina.

La respuesta no tardó tanto. Tras un desborde por el costado izquierdo, Luis Leal se encontró el balón a merced dentro del área, aunque su disparo rebotó en un defensor y casi se mete en el arco de Raúl Gudiño.

En la siguiente jugada, junto con la locura de los primeros minutos, Jesús Angulo hizo temblar a Orozco. Probó desde afuera del área, pero le botó antes al portero de Tijuana, quien tuvo que desviar con el pecho y otorgar tiro de esquina. A partir de ahí, el juego bajó en sus revoluciones y se extinguieron las jugadas de peligro. Cuando ya todos cantaban gol en la recta final de la primera parte, el silbatazo de Jorge Pérez Durán ahogó el grito y el festejo por marcar una falta sobre el cancerbero del Rebaño.

Justo después de esta jugada, antes del silbatazo para descansar, Pablo Guede y el cuerpo técnico de Víctor Manuel Vucetich se encararon por intercambiar opiniones respecto al silbante. Aunque se alcanzaron a apreciar jalones y empujones, no pasó a mayores.

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En la parte complementaria, el guion del partido no cambió, Ambos conjuntos intentaron avanzar con balón controlado, pero les faltó la suficiente imaginación en los últimos toques. Hubo menos acciones de peligro y cada vez hubo más faltas en el centro del campo.