18, septiembre 2020 - 8:00
Clasico de arraigo 710x280
América y Guadalajara son los dos protagonistas de la rivalidad más importante del futbol mexicano. Cada que se encuentran en la cancha estos equipos, el país se divide entre los tonos azulcremas y rojiblancos, toda vez que son los cuadros más populares, queridos y a la vez odiados del balompié nacional.
Con el paso del tiempo se ha cuestionado la vigencia de este duelo, así como el arraigo que existe entre los jugadores que en él participan, dado que ha habido diferentes casos de elementos que se pusieron las dos camisetas o que fueron directo de una institución a la otra; sin embargo, es un hecho que varios futbolistas sienten a flor de piel, lo que representa ser partícipes de estos partidos.
Muchos de los que más sienten sus respectivos escudos, por razones naturales, son los canteranos. Al haberse formado desde jóvenes en Coapa o Verde Valle, los surgidos de las divisiones inferiores de Águilas y Chivas se acostumbran a verse las caras desde categorías juveniles, por lo que ya en Primera División dimensionan a la perfección el marco del Súper Clásico.
Por el lado de los azulcremas, su oncena habitual cuenta con Guillermo Ochoa y Sebastián Córdova como los representantes de la cantera americanista. Aunque sus debuts no fueron contemporáneos, los dos tienen ese proceso de formación en el que se empaparon de la enconada rivalidad, por lo que se meten a este choque de forma especial.
En la Perla de Occidente puede que haya un mayor sentido de pertenencia. Toño Rodríguez o Raúl Gudiño en el arco; Jesús Sánchez, Gilberto Sepúlveda, Fernando Beltrán y José Juan Macías, saben bien lo que es defender la rojiblanca desde muy chicos en Clásicos contra América.
Por otra parte, están hombres que hicieron suya esta rivalidad pese a crecer alejados de los feudos de los dos más grandes de México. Casos como el de Paúl Aguilar, en América, e Isaac Brizuela, en Guadalajara, muestran a jugadores que con el paso del tiempo se identificaron con las camisetas y las defendieron a muerte.
En ese tenor, Adrián Chávez compartió con ESTO la manera en que se impregnó del Clásico de Clásicos con América, pese a no haber sido un futbolista nacido en el Nido.
“Realmente cuando yo llego a América, quienes me enseñan y me muestran lo que es la mística del equipo son Alfredo Tena y Cristóbal Ortega, que en esos momentos eran el capitán y subcapitán del equipo, respectivamente, y tenían títulos en el club. Los extranjeros que se unieron junto conmigo en ese año, tomamos todo esto como parte de nosotros. En este momento, lamentablemente, Alfredo (Tena) salió del club, así como muchos ex americanistas, y eso que el Capi Furia les inculcaba a los canteranos la mística, esa de la que sólo se habla en América, porque en otros equipos se habla de amor a la playera, pero de mística nada más en América, y eso nos enseñaron. Aún después de salir del club, esa camiseta se lleva tatuada en el alma y en el corazón”, expresó.
Para el portero más ganador en la historia de las Águilas, Guillermo Ochoa y Sebastián Córdova deben correr con la responsabilidad de enseñarle a sus compañeros lo que esta rivalidad significa.
“Ellos, que saben lo que es el Clásico, se lo tienen que mostrar a sus compañeros. Córdova, que es un jugador de exportación, junto con Memo, por la experiencia que tiene en el equipo, le deben de mostrar a los demás que no es un partido más. A nosotros nos dijeron de qué se trata y ellos deben decirles a los demás. Hoy Ochoa puede ser el estandarte del americanismo”, dijo, al tiempo de subrayar el papel del mismo Paúl Aguilar.
“Hay jugadores que como Paúl (Aguilar), desde la banca, te pueden transmitir. Nosotros teníamos jugadores como Alejandro Domínguez, Roberto Aldrete, el Fanny Munguía, quien desde la banca te transmitían. Esto no es nada más dentro de la cancha, dentro y fuera debes enseñarles a los compañeros la mística que va de generación en generación”, recordó.
Es un partido de carácter: Camilo
Pese a que en los últimos años muchos participantes del Clásico Nacional se han encargado de asegurar que pese a la importancia del duelo se trata solamente de tres puntos en disputa, los ex protagonistas de este encuentro defendieron el valor de este compromiso y así como Adrián Chávez se refirió a lo aprendido sobre este choque cuando le tocó llegar a América, Camilo Romero hizo lo propio desde el bando rojiblanco.
En charla con El Diario de los Deportistas, el ex mediocampista del Rebaño aseguró que entender lo que se juega en un Clásico influye a la hora de jugar en el tema del carácter y el hecho de defender la historia del club, por lo que aseguró que va más allá de tres puntos.
“Influye en el carácter, reconocer lo que estás jugando. Muchas veces se dice que son tres puntos normales, pero no lo son; es una historia la que hay que defender, es una playera la que hay que defender y hay que defender el momento del aficionado que está ávido de festejar un resultado por no poder ir al estadio”, aseguró.
A diferencia de las Águilas, el chiverío cuenta con una cantidad mayor en su plantilla de elementos formados en sus divisiones inferiores, los cuales desde muy jóvenes saben lo que es chocar con el acérrimo rival; sin embargo, para Camilo todavía es poco lo que pueden compartirle al resto del grupo sobre este tema debido a que son pocas las ediciones, aunque encuentra a dos que considera saben lo que hay en juego.
“Creo que poco pueden compartir, porque no tienen tantos Clásicos jugados. Un jugador importante es el Chapo Sánchez, también Molina, a quien le ha tocado jugar en las dos partes, con América y Chivas. Ellos pueden compartir vivencias o situaciones y hacerles sentir a los demás lo que se juega como institución”, expresó.
Pese a eso, Romero dejó claro que más allá de la experiencia, existe una responsabilidad que todos deben asumir a diferentes niveles, desde el individual, hasta el colectivo y con los propios seguidores del cuadro tapatío.
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“Son varios puntos importantes donde los equipos tienen que meterse a fondo. No hay jugadores que tengan mucha historia con los equipos, pero sí tienen una responsabilidad y un compromiso con ellos mismos, con su camiseta y su afición”, cerró.