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18, enero 2015 - 18:25

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Seattle, Wa., 18 Ene (Notimex).- El campeón de la NFL sigue vivo, Halcones Marinos de Seattle derrotó 28-22 a Empacadores de Green Bay en el juego de campeonato de la Conferencia Nacional, pese a una desastrosa labor de su quarterback, Russell Wilson, quien como el ave fénix, resurgió en tiempo extra para concretar una remontada histórica.

Con el empuje de los decibeles del CenturyLink Field, los vigentes campeones parecían víctimas de sus propios errores, en especial de las cuatro intercepciones que lanzó Wilson, pero gracias a que sus rivales no supieron sacar la máxima ganancia de estos errores pudieron quedarse con la dramática victoria.

El oriundo de Ohio firmó la peor primera parte de su carrera, pues además de la desventaja de 0-16, acertó tan sólo dos de los 12 envíos que probó, sin olvidar las tres intercepciones de las que fue víctima.

También es de destacar que su primer completo llegó a 3:58 de que culminara el segundo capítulo; sin embargo, en el alargue se convirtió en el héroe con un riflazo de 35 yardas con destino a Jermaine Kearse hasta las diagonales.

Del otro lado “The Pack” perdonó, con falta de ideas en zona roja, el pateador Mason Crosby fue la gran estrella de la franquicia al aportar cinco goles de campo (el último de ellos para obligar el tiempo extra) para la causa de los campeones de la División Norte de este circuito.

El pasador visitante, Aaron Rodgers, mostró una considerable mejoría respecto de su lesión en la pantorrilla izquierda, pero el no matar a su enemigo cuando parecía herido de muerte, les costó el boleto a Arizona.

Ante ese final milagroso e inesperado, el respetable vivió una montaña rusa, pues lo que comenzó como miel sobre hojuelas para los de casa, contra todos los pronósticos, se convirtió en una auténtica pesadilla durante toda la primera mitad, en la cual se fueron en blanco.

A sabiendas de que no está en su mejor estado físico, Rodgers utilizó la potencia de su corredor Eddie Lacy y comenzó esa serie inicial aprovechando sus acarreos.

Ya en territorio enemigo, se animó a soltar el brazo y encontró, tras siete yardas, a su receptor Davante Adams y luego hilvanó un envío de 14 con Randall Cobb que los acercó a la 29 de sus rivales.

No obstante, tras dos incompletos, cometió el pecado de lanzar hacia la esquina defendida por Richard Sherman, quien no perdonó y le interceptó justo en la “zona prometida”.

Ante la alegría de su gente por un arranque de ensueño, fue el turno del quarterback Russell Wilson de entrar al emparrillado para sacarle jugo a la labor de su esquinero.

Rápidamente se puso contra la pared en tercera y siete por avanzar en su propio terreno, mandó el pase en busca del receptor Jermaine Kearse, pero éste sólo alcanzó a rozarlo.

Este ligero toque fue suficiente para que el ovoide cayera en manos del profundo Ha Ha Clinton-Dix, quien no dudó en regresar el favor 26 yardas, a las puertas de la zona de anotación.

Esta pifia representó la primera que sufrió Wilson luego de 91 completos en postemporada, aunque para su fortuna, “The Pack” sólo pudo conseguir gol de campo de 18 yardas, cortesía de Crosby.

Pero la tragedia del primer tiempo apenas empezaba para los “hawks”, pues cuando se disponían a regresar la patada, Doug Baldwin fue despojado del balón.

No obstante, de nueva cuenta sólo sufrieron con el mínimo daño, pues las carreritas de Lacy no pudieron contra una defensiva que se fajó para obligar la segunda intervención de Crosby, ahora de 19 yd que puso el 6-0 para la visita.

Después fue tres y fuera para los pupilos de Pete Carroll y al regreso de “ARod”, demostró que su movilidad no estaba tan mermada como la semana pasada frente a Vaqueros de Dallas.

Así, pese a algunas imprecisiones de su receptor Jordy Nelson, logró localizar a otros blancos más concentrados para por fin coronar con touchdown de 13 yardas, al encontrar las manos de Randall Cobb para el 0-13.

Ya en el segundo episodio, Green Bay añadió tres unidades más a su causa, tras restarle cuatro minutos al reloj, aunque ahora exigieron un poco más a su pateador, que pudo conectar su ensayo de 40 yd.

Como si se tratara de un “deja vu”, Wilson volvió a buscar a Kearse pero Clinton-Dix, egresado de la Universidad de Alabama, otra vez anticipó las intenciones del pasador “emplumado” y huyó 27 yardas hasta que fue sacado del campo por el propio receptor.

Pero, como adelanto de lo costoso que saldría no aprovechar la peor tarde de Wilson, Rodgers lanzó su segunda intercepción del día, lograda por el esquinero Byron Maxwell.

La emoción estaba almacenada para cuando el partido agonizara, así que, después de seis minutos y medio de posesión, el egresado de la Universidad de Wisconsin cometió su tercer pecado.

Como si fuera una broma, de nuevo quería conectar con Kearse, y el esquinero Sam Shields fue el encargado de robarle el balón, aunque sus compañeros no pudieron capitalizar su esfuerzo.

La visita al vestidor inyectó de ánimo a los locales y salieron al campo en plan grande, tras frenar a sus adversarios, se gastaron siete minutos para romper el cero y de forma espectacular.

Carroll mandó a su pateador canadiense Jon Ryan cuando su ofensiva fue parada en la 19 del campo contrario, pero ante la sorpresa de todos, el canadiense no pateó, tomó el ovoide y le enseñó al propio Wilson cómo hacer los deberes, pues conectó un tiro perfecto de 19 yardas con Garry Gilliam, para recortar distancia a 7-16.

Con buen manejo de tiempo, “The Pack” se volvió a conformar con tres puntos, luego de la senda patada de 48 yardas del tan ocupado Crosby.

A cinco minutos del final, Russel, Wilson padeció su cuarta intercepción, con confianza ciega volvió a probar con Kearse, en un intento que hasta entonces habían memorizado a la perfección sus contrincantes.

Después de esa cuarta entrega, el griterío del CenturyLink se congeló, pero Green Bay no quiso sentenciar, dando vida a los de casa, que en la próxima serie recuperaron la respiración por conducto del errático Russell Wilson, quien corrió una yarda para irrumpir en las diagonales.

Una dramática patada corta quedó en manos de Chris Matthews para terminar de encender de nuevo al recinto, que animó a Marshawn Lynch, hasta entonces de actuación discreta, a explotar 24 yardas hasta la zona de anotación, y sumado a la conversión convertida con Luke Willson, les dieron la delantera por primera vez 22-19.

Con minuto y medio en el cronómetro, Rodgers acercó a Crosby tanto como pudo para que conectara un gol de campo de 48 yd, mismo que envió la definición en tiempo extra.

Seattle, como premonición de lo que sería un festejo sufrido, ganó el volado, conscientes de que un touchdown terminaría todo.

Y lo que nadie pensaba, la insistencia de Wilson con Kearse fue lo que terminó por darles el pase al gran juego, donde defenderán su corona, todo producto del bombeadito de 35 yardas, que tras cuatro fracasos, por fin pudo quedarse en manos del receptor de 24 años de edad.

Anotación por cuartos:

TE Total

Green Bay 13 03 00 06 00 — 22

Seattle 00 00 07 15 06 — 28