24, octubre 2019 - 23:02
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Minneapolis.- No fue el partido espectacular que se esperaba, sin embargo, los Vikingos vencieron 19-9 a los Pieles Rojas para sumar su cuarto triunfo consecutivo y mantenerse en la pelea por la cima del complicado norte de la nacional. Washington mostró cosas interesantes, pero la conmoción de su mariscal de campo Case Keenum al borde del descanso terminó con sus aspiraciones.
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EL PARTIDO
Fue un partido extraño de principio a fin. Minnesota llegó al duelo con una ofensiva en fuego, sin embargo, su poca efectividad en zona roja permitió a los Pieles Rojas crecer en confianza y mantenerse con posibilidades.
La primera mitad ofreció un duelo de pateadores, donde Dan Bailey y Dustin Hopkins remediaron el poco acierto de las ofensivas en la zona de definición. Ambos acertaron sin problemas sus intentos para poner el marcador 6-6.
Fue a pocos minutos del final del segundo cuarto cuando por fin llegó una jugada grande. Los Vikingos se montaron una ofensiva que encontró por tierra su principal fortaleza. El corredor puso los primeros puntos con un acarreo en la línea de gol, donde incluso fue necesario un segundo esfuerzo para romper el plano.
Con apenas segundos en el reloj, los Pieles Rojas buscaron responder pronto, pero una conmoción de su quarterback frenó cualquier intento. Para la segunda mitad, Case Keenum se quedó en la banca. Fue entonces cuando el mariscal de campo Dwayne Haskins tomó los controles de la ofensiva.
Mucho se ha hablado sobre la posibilidad de que el novato se apodere de la titularidad, sin embargo, en apenas segundos demostró que las dudas de los coaches por soltarle las riendas son más que justificadas. Haskins fue incapaz de mover las cadenas y de darle continuidad al buen trabajo hecho por Keenum en la primera mitad.
La defensa de Minnesota olió sangre y atacó con fuerza. En dos cuartos el mariscal de campo apenas fue capaz de sumar 33 yardas y completar tres de sus cinco intentos, además ser interceptado en una ocasión.
Los Vikingos pusieron cifras definitivas con dos goles de campo más de Bailey y después se dedicaron a correr el ovoide. Ya en la previa se intuía un ataque terrestre sólido y dominante, y así fue, al correr para 161 yardas totales.
ESTADÍSTICAS
CASE KEENUM
YARDAS: 130
INTERCEPCIONES: 0
TOUCHDOWNS: 0
KIRK COUSINS
YARDAS: 285
INTERCEPCIONES: 0
TOUCHDOWNS: 0
EL DATO
Adrian Peterson se colocó como el sexto corredor con más yardas de todos los tiempos.