POR YAEL RUEDA Y BRIAN SALES

Han pasado tantos años, 33 para ser exactos, pero la emoción no cambia en el rostro de Manuel Negrete. Apenas comienza a relatar la jugada del gol que le anotó a Bulgaria en el Mundial de México 1986, y sus ojos se llenan de un brillo especial. La sonrisa delinea una curva perfecta, una que solamente se logra cuando eres el autor del “Gol más bello en la historia de las Copas del Mundo”.

Ahora como alcalde de Coyoacán, en la Ciudad de México, las responsabilidades de Manolo han cambiado, pero eso no lo exime de disfrutar su más grande pasión: el futbol.

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“Un año difícil, pero bien, precisamente, cuando salió la convocatoria de la FIFA, estábamos al pendiente, a pesar de estar en campaña. Cuando me toca contra Pelé, pensé que iba a perder, no podía ganarle. Al otro día vi una nota en la que arrasé contra el brasileño. Después de eso, sabía que le podía ganar a cualquiera”, relató para ESTO.

Cuestionado sobre el por qué se eligió su diana y no alguna otra, Negrete explicó todos los gestos técnicos que, para su gusto, le valieron el premio.

“Primero por la técnica: al momento de que viene el balón, la recibo en el aire y la controlo, fueron varios aspectos técnicos, yo veo al jugador de Bulgaria que me va a estirar la pierna, me iba a quitar el balón, entonces yo jalo el balón para ponérmelo, ahí fue la visión y la técnica, bota el balón y se la toco a Javier Aguirre, me la regresa mal (risas); no, no es cierto, me la regresa bien de pared y yo no dudé, yo entrenaba mucho esas jugadas”, confesó el otrora futbolista de Pumas.

La acción estaba bien entrenada. Cada que jugaban tenis balón en los entrenamientos, Manuel remataba a su rival en turno con esa acción, misma que no era muy gustada entre algunos compañeros, sin embargo, aseguró que cuando enfrentaba a Hugo Sánchez, el espectáculo estaba garantizado.

“En el tenis balón previo a los juegos me aventaba unas 10 o 20 así, era con la que mataba a mi rival, pero creo que Hugo y yo éramos más así, cuando nos tocaba de contrarios era el espectáculo aéreo en el tenis balón”, expresó.

Reflexionó sobre las situaciones que convierten a un futbolista en alguien histórico, o bien, una jugada en inolvidable.

“Cómo pasan las jugadas a ser trascendentales por detalles técnicos, en el futbol el que pasa a la historia es porque toma decisiones inmediatas, no pensé en controlarla porque iba muy alta, se pasa el defensa central, se queda en el suelo y es cuando aprovecho”, enfatizó.

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Una curiosidad del momento en el que fue galardonado con el gol más bello en la historia de los mundiales es que lo llamaron desde Sudamérica para cuestionarle el motivo por el que Diego Armando Maradona no ganó.

“Por supuesto que resaltó a nivel mundial, vi algunas portadas del mundo, me hablaron de muchos países, sobre todo de Sudamérica, especialmente de Argentina para preguntarme por qué gané yo y no Maradona, el gol de Maradona yo no lo seguí, no sé contra quien lo eliminaron, pero estuvieron dos goles de él, yo no lo eliminé”, remató.