POR ARTURO LÓPEZ ESCALONA

Sin necesidad de una complicada fórmula matemática ni de sacar la calculadora, Lewis Hamilton tiene fuertes posibilidades de convertirse por quinta ocasión en el campeón del mundo de Fórmula Uno y por segunda vez consecutiva en el Gran Premio de México. Para conseguirlo, deberá terminar entre los primeros siete lugares.

Tras el triunfo del piloto finlandés de Ferrari, Kimi Raikkonen, en el Gran Premio de Estados Unidos, con el tercer lugar del británico de Mercedes y el cuarto de Sebastian Vettel de Ferrari, el Autódromo Hermanos Rodríguez sería el escenario para el quinto título del británico en el Gran Circo, tal como lo logró el año pasado.

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Con la disputa de 75 puntos y la diferencia de 70 sobre Vettel, con la suma de otros seis, sería prácticamente imposible para el alemán de la ‘Scuderia´ el conquistar el triunfo, pese a que quedan por disputarse los Grandes Premios de Brasil y Abu Dabi, donde Hamilton se puede dar el lujo de no sumar.

El circuito de la Magdalena Mixhuca se ha convertido en el favorito de las “Flechas Plateadas”, ya que se han adjudicado dos de tres Grandes Premios, lo que siempre ha sido complicado para Vettel y Ferrari.

¿QUÉ SE NECESITA?

Las primeras opciones hubieran sido que Hamilton ganara el Gran Premio de Estados Unidos, pero los problemas con los neumáticos le imposibilitaron de asegurarse la victoria, por lo que lejos de preocuparse de lo que haga Sebastian Vettel, el piloto inglés de Mercedes deberá finalizar en el top 10, en específico, en el lugar número 7.

Sin embargo, si finaliza del sitio número 8 para abajo, Sebastian Vettel tendrá que ganar para mantener opciones de retrasar la posibilidad de la coronación de Hamilton, hasta el Gran Premio de Brasil.

MERCEDES, FAVORECIDO

Fue en 2017, cuando Lewis Hamilton se proclamó campeón del mundo al restar un par de carreras, frente a Sebastian Vettel. En 2015, frente a su coequipero alemán, Nico Rosberg, Hamilton llegó con el título asegurado desde el Gran Premio de Estados Unidos; aunque, hace diez años, la espera para su primera coronación se alargó hasta el Gran Premio de Brasil.