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Mira

17, junio 2018 - 13:07

┃ Luis García Olivo

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El estadio Olímpico de Luzhniki fue pintado de verde, fue una sucursal azteca.

El inmueble mundialista se tornó de color verde en las gradas, todo México y parte de los Estados Unidos se trasladaron hasta las tierras mundialistas para ver el debut del Tricolor frente a la campeona del mundo.

Miles y miles de personas llegaron desde temprana hora, muchos se organizaron para llegar en caravana desde la Plaza Roja, unos más llegaron por su cuenta y otros hasta perdidos con tal de apoyar y estar en el primer duelo de México en la Copa del Mundo.

El estadio se llenó, no cupo ni un alfiler, sí hubo alemanes, pero solamente coparon una de las cabeceras, mientras que el estadio fue de y para México.

El Cielito Lindo fue el eco que abrumó a todos, el canto se escuchó a la perfección, pese a que también un buen número de mexicanos tuvo complicaciones para adquirir sus boletos, ya que hubo fraude y no una gran organización para comprarlos. Existió la molestia total, pero a la mera hora fue que la Selección cumplió, les regaló el resultado esperado, aquel que nadie auguraba y menos pronosticaba, por la mínima diferencia, pero México supo hacerle partido a la campeona del mundo.